Villaverde,
15 de diciembre de 2013 – 9:00 horas
Es la primera vez que me
planteo correr esta Media. Me lleva a inscribirme que la hora de inicio de la
carrera serán las 10 de la mañana. Unas semanas después de hacerlo, la
organización anuncia que será a las 9. Ya me fastidia un poco este cambio.
Llegar a Villaverde, pese a estar relativamente cerca, me lleva más tiempo en
transporte público del que me apetece dedicarle a ninguna prueba. Por
testaruda, por lo de no dejar sin luchar ningún objetivo y porque van buenos
amigos decido, sin ganas, estar ahí de todas formas.
¡Cómo puede cambiar todo en
unos instantes! Antes de ver el lugar de entrega de dorsales ya escucho a Luis Blanco, de A tu Ritmo, con la misma energía de siempre, dando los buenos días,
agradeciendo que estemos este domingo aquí y anunciando que dará el relevo del
micrófono por un rato para correr la Media. Eso, y la buena música que siempre
pincha, van cambiando mi ánimo. Una vez aquí, ¡vamos a luchar la prueba y a
disfrutarla!
Intento localizar a los compañeros Drinkingrunners y noto que me agarran del brazo, es Alejandro Peiteado. Este hombre, de voz bonita, siempre está feliz, y lo contagia.
Al rato aparece Rai Zárate
que ya tiene localizados a los Javis Álamo y Pintos y a Miguel Lanzas, también
está Mos Alonso de 400 metros.
Charlando descubrimos al lado a Manuel González y poco tarda en unirse José
Luis (@Johnny_ofi). ¡Pues nos hemos
reunido de lo mejorcito del running aquí esta mañana! Pronto nos separamos,
cada uno a lo suyo, a calentar, dejar las bolsas.
Los baños del Auditorio del
Espinillo son de peli de terror. Se nota que somos pocas chicas. La cola de los
hombres ¡interminable! Yo entré sola al de mujeres. Dejando la mochila en el
ropero me encuentra Héctor, el novio de Alicia. Es su primera media y no está
nada nervioso, como que pasaba por allí…
Calentando, veo a Rai ya en
su mundo y eso que hoy él no va a forzar ni a luchar marca, pero su cabeza ya
la tiene programando su carrera. Charlando con José Luis, llega Manu, Gacela de
Justicia y los dos se van a calentar.
Aparece Tomás Soria, al que
por fin pongo cara. Él me reconoció en la cola de los baños de la carrera Ponle
Freno y yo ni me enteré, me lo dijo más tarde en Facebook. Juntos nos colocamos
en la línea de salida. Muy bien situados. Esta mañana tengo miedo de quedarme
descolgada, más desde que una de las gacelas comentó que era una prueba con
gente de nivel. No paramos de charlar hasta que escuchamos a los de A tu Ritmo que
van a pinchar la música que la gente ha elegido para justo antes de la salida.
Los dos nos metemos en esa especie de autorreflexión que sufrimos todos los
corredores y se instala el silencio.
¡No me lo puedo creer! Suena
“Agradecido” de Rosendo: no te lo pienses más, baja la guardia y mira atrás,
nadie te va a alcanzar, no tienes rival, no tienes rival… Vuelvo a la época de
instituto. A esos conciertos que empezaban con el grito de “Rosendo
carabanchelero”. Tenía que ser él, quien me diese el empujón de luchar la marca
sí o sí. Si llegan a poner “Maneras de vivir” me pierdo. Ese lema de tanta
gente en nuestra juventud que nos servía para justificar casi todo lo que no
les gustaba al resto.
Preparados, listos… ese
pistoletazo me da una seguridad que ni imagino.
El kilómetro 1 a 5’20”, el 2
un poco más ajustada a los 5 minutos. Alegría al escuchar gritar mi nombre a
Rafa Kaprus que me pasa como un rayo y me da un beso. La gente va rápido de
verdad, y estamos hablando de una media. Se nota el nivel y la experiencia en
esto de competir. Toda la gente muy ordenada, sin estos pases de lado a lado de
los novatos. Me va gustando lo que veo delante. Me saluda Valentín González que
sigue su camino. Descubro que nos hemos metido en el Parque Lineal del
Manzanares y a esto no estoy acostumbrada. Muy al estilo de David Menéndez y
Miguel Matías, tierra, piedras, barro, hojas putrefactas ¿qué hago yo aquí, la
reina del asfalto? Y tiene pinta de que continuamos por estos derroteros, ya corremos
por el kilómetro 3. ¿Y que hace una
chica urbana? Pues pegarse con todas las ramas bajas de los árboles, menos mal
que son flexibles. Me empieza a preocupar el hielo del suelo y el terreno en
general. Veo que todo el mundo va disparado y me contagio. Es bonito ver, en
el kilómetro
4, la carrera avanzando delante de unas gradas. Esos colores animan hoy el
parque. En el kilómetro 5 paso de
avituallamiento, demasiado pronto y agradezco que hoy la gente lleva las normas
mejor aprendidas, apenas unas botellas tiradas en la carretera, algunos
compañeros incluso las depositan en los contenedores.
En el kilómetro 7, por puro instinto, me lanzo a forzar el ritmo, tengo
que recordarme que es una media y que no termino en breve. ¡Preciosa la carrera
unida en dos filas! Los avanzados están en la parte alta del parque y abajo los
que vamos algo más lentos. ¡Qué subidón ir viendo a Mos, Rai, Chema Martínez,
Johnny, Miguel Ángel que gritan mi nombre desde arriba! Nunca os agradeceré lo
suficiente estos gestos, que parecen tan poco pero que dan tanta seguridad.
Unos me preguntan si soy famosa porque todos los de arriba me conocen. Una vez
arriba, veo que de quedarme descolgada nada. Mucha gente detrás y la que no consigo
ver porque avanzo y pierdo el final de la carrera. Así estamos varias vueltas
viendo avanzar los kilómetros acompañados del barro, y del hielo. En el kilómetro 9 paso a una chica que lleva
las alitas rosas #mujeresquecorren, no me suena haberla visto antes.
Pasamos por debajo de puentes con suelo empedrado. Corremos sobre un minipuente
con el río debajo. Toda la variedad de terrenos en esta prueba. Si quiero
también puedo correr sobre hierba, helada claro.
Pese a todo voy contenta,
segura y rápida. Entre Rosendo y ese aquí la gente tiene mucho nivel me he
propuesto jugármelo todo. La verdad que voy más entera que en carreras de 10
¿será el terreno? En el avituallamiento del 12 y medio sólo quiero el agua para mojarme las manos y la cara,
¡increíble el calor que llevo y no tengo ni sed! Un traguito y a seguir En el kilómetro 13 me empiezan a sobrar los
guantes, el pañuelo del cuello y la camiseta de manga larga. Un señor que pasea
por el parque me anima: ¡venga guapa! Precisamente, guapa, ya no voy, pero
igualmente lo agradezco. Los más veteranos van transmitiendo cómo serán los siguientes
kilómetros. Esta gente que lleva todo el recorrido en la cabeza y dice en qué
momento hay cuesta, dónde ese repecho que mata… es de gran ayuda si no conoces
la prueba. Parece ser que a partir del kilómetro
14 empieza lo bueno, ¡rock and roll señores!, debe ser que lo de antes no
ha sido nada. Salimos a la ciudad. El asfalto nos recibe. Poca animación de
gente. Eso sí, las mujeres volcadas conmigo. Vuelvo a revivir el maratón de
Madrid. ¡Esos gritos que quitan cansancio al instante! En este tramo, ya son
casi todo hombres los que me rodean. Con la carretera bajo los pies, sin la
inseguridad de un patinazo del otro terreno, me veo con fuerzas para quitar el
freno. Hago los cálculos necesarios y sí, hoy puede ser un gran día.
En el kilómetro 17, toca nuevo trago cortito de agua. La carrera va ya
muy alargada, con gente dispersa, no hay grupos. Mucho giro en calles que
rompen el ritmo y atizan en los tobillos. Llevo a una chica delante. Va
luchando todo lo que puede. De repente nos encontramos agrupadas cuatro
personas. No veo buen ritmo y de golpe aparece gente que va rápida, con fuerza
y frescura. No lo dudo, ese es el ritmo que quiero a partir de ahora. La chica
se queda descolgada, no aguanta el empuje. A partir de ahí sí que corro al
límite, he medido mis fuerzas y las tengo. En el kilómetro 19 unas abuelitas en la acera comentan: ¡pero mira cómo
va ésta, morena que vas lanzada! Y esa es la expresión. Raúl @Korrecaminos dice que iba ¡como un
tiro! Las mujeres se vuelcan, vuelvo a escuchar lo de: ¡mira todos los que
llevas detrás! y a otra decir: ¡vamos esa chica Drinking! Un corredor al lado
me dice: no tendrás queja, las tienes a todas volcadas. En ese punto sigo
siendo la única mujer. En el 20,
alguien muy vestido de negro, con gorro y gafas, grita mi nombre. Saludo pero
ni idea de quién es. El gran Raúl que hoy ha dejado las zapas y ha venido con
la cámara! Me entero horas más tardes en twitter. Pedro Arellano me reconoce y
se coloca al lado para preguntarme cómo voy. ¡El final es de vértigo! Un
repecho muy traicionero y la Meta, ahí,
al alcance de la mano y no se deja conquistar, ¡está arriba de la cuesta!. Entro
como en una de 10, poco más cansada, pero eso sí, mucho más contenta, por las
buenas sensaciones y por haber conseguido mejor marca que en la media de Madrid
en abril. Con mi 1:51:21 prometo estar agradecida de haberme inscrito en esta
prueba.
El final de la mañana es la charla
con los ya nombrados. Tener el placer de conocer a Manu Marlasca. Ver a
Shinichi y, cómo no, hacernos la foto que tanto nos gusta.
Saludos, abrazos, besos,
continuaré contando en breve.
María
Caballero
@MCG66Madrid
Gracias a Raúl Rubio
@Korrecaminos, por haber pasado frío intentando cazar a todos los que hemos
corrido en Villaverde y sus 895 fotos que podéis ver en su Blog.
A Shinichi, porque es el amo
de la cámara y lo fotografía absolutamente todo. Álbum Media Villaverde
Y a la Revista Run Online,
por fotos y vídeos, el apoyo al running popular y por el saludo tras la meta.
Muy buena la cronica María Enhorabuena por esa MMP que no sera la ultima. Me dio mucha alegría por,fin poderte saludar, nos veremos en mas quedadas y/o carreras. Un besazo.
ResponderEliminarTe invito a que te pases por mi blog, si o,lo has hecho ya. http://tomypeckrunhouston@blogspot.com
Muchísimas felicidades María, cada día me gusta esta afición más y más, el ambiente, los nervios y los amigos. Un placer compartir un ratito junto a ti hiciste una gran carrera.
ResponderEliminarUn abrazo.
cuando un post de como conciliar vida familiar con quedadas, entrenos y carreras? no te pierdes una..... :)
ResponderEliminar@cuegalos
Da gusto leer tu crónica personal sobre lo que fue para todos un gran día. Gracias por incluirme en tu relato y por dedicarme esas bonitas palabras. Nos vemos en futuros eventos y carreras, que el ritmo no pare!
ResponderEliminarUna maravilla verte correr, con ese ritmo alegre y la mirada al frente.
ResponderEliminarY una alegría haberte podido "cazar" con la cámara y poderte brindar esas fotos. Si las quieres a su tamaño original ponte en contacto conmigo en mi correo j.raulrubio@gmail.com
Un besazo.