domingo, 15 de septiembre de 2013

LA MELONERA, mi primera popular de la temporada


Madrid, 14 septiembre 2013 – 18:30 horas

Terminado el verano es casi necesidad para esta runner colocarse un dorsal, un chip y empezar a soltar adrenalina esperando a que den la salida junto a un montón de corredores. Debe ser que todavía no he competido lo suficiente -o tal vez será así toda mi vida- pero me sigo poniendo nerviosa, no solo el día señalado de la carrera, también el día anterior.

Tan solo he corrido La Melonera una vez, en 2011. El año pasado me mosqueé al recibir una carta del Ayuntamiento de Madrid en la que nos comunicaban que esta carrera -hasta ese momento gratis- dejaba de serlo. Eso no fue lo que me enfadó, fue el detalle de que sólo nos iban a cobrar a los mayores y veteranos, no me parecía justo ¿por qué nosotros? ¿Por eso que dicen de que las populares las llenamos los de más de 35…?  Decidí no participar.
Este año, acepto sus normas y vuelvo a inscribirme porque a cambio de los 7 Euros que nos cobran nos van a colocar un chip, que hasta ese momento no existía en esta carrera, cada uno controlaba su tiempo mirando el reloj de salida y llegada. Me parece justo que por ese precio cronometren mi pericia y me ofrezcan un tiempo oficial del que poder presumir (o no).
Me gusta especialmente La Melonera, por la tarde las carreras en Madrid no se encuentran, y a mí, corredora habitual después de las 5 de la tarde, me va genial este horario, por eso me apetece realmente.
Llevaba inscrita desde agosto. Reconozco que lo hice en cuanto me empezó a molestar la pierna izquierda, fue una especie de amenaza o señal para que se portase bien, pero no resultó muy eficaz. Al contrario, entre el dolor y el plan de entrenamiento para conseguir ser sub 50’ en los 10kms -al menos una vez- empeoraron la situación. He pasado agosto y parte de septiembre corriendo dos días y con descanso y dolores el resto. La semana previa a la prueba el fisio me confirma que sólo es sobrecarga en peroneo y gemelo cosa que no me tranquiliza porque ir acompañada del dolor y del temor que nos supone enfrentarnos así a esos 10kms que casi todos los días en los entrenos parecen nada pero que una vez que una pone la mente en correr lo más rápido posible pueden parecer eternos y más si ya la cabeza antes de empezar solo piensa en: ¿me dolerá? ¿en qué kilómetro? ¿cuánto?
El jueves 12 me digo que por si acaso, voy a recoger la bolsa del corredor al Hipercor. Allí coincido con Javi Pintos (@Javi_Pintos) y sólo hablamos de nuestros dolores o poco más. Una vez fuera respiro. ¡Qué gran influjo ejerce sobre los corredores ese trozo de papel llamado Dorsal! Si no corres, no lo entiendes; si no corres, no lo aprecias. Al tenerlo en mi poder casi pude notar cómo la pierna se volvía más ligera, incluso salí del Hipercor andando con más seguridad. ¡Por favor, los psicólogos que no me lean!
Como la carrera es a las 18:30 horas del sábado los nervios son menos. Tengo tiempo por la mañana de organizar todo, ir con un almuerzo en el cuerpo me da mucha más energía que el desayuno de otras pruebas. Y no tener que madrugar tantísimo ¡Dios, qué bien me sienta eso para correr!

Ya en Méndez Álvaro intento localizar a Javi Pintos, Gonzalo Rincón y a Mos Alonso. A Javi le localizo enseguida, se le ve bien con su camiseta de los DrinkingRunners y por lo grande que es. Viene con un compañero de trabajo, Diego Lorente. Al resto no les vemos.
Calentamos. Nos hacemos la foto de recuerdo. Nos colocamos en la Salida.


¡Qué nervios! Nos tienen 15 minutos ahí colocados porque la carrera coincide con el partido de fútbol entre el Atlético de Madrid y el Almería y hasta que no se despeje la zona del Vicente Calderón no podemos empezar.
Cuando dan el pistoletazo de salida noto la boca seca, empiezo con sed, sudando por los nervios de la espera. El primer kilómetro lo hago a más velocidad de la que pensaba, voy a menos de 5 minutos, intento bajar el ritmo pero el segundo cae igual de rápido. Después el control ya fue absoluto. Comienzo sin dolor, ni siquiera una molestia. Conozco esas trampas, en los entrenos ocurría, hasta que no llevo 6 ó 7 kilómetros no comienza a machacarme el dolor.

En el kilómetro 3 Pintos y Diego me dicen adiós y veo cómo avanzan.
En el kilómetro 4 aparece Gonzalo Rincón (@gaceladeretiro) ¿le pregunto qué tal? Y su respuesta es un simple “mal”. ¡Pues sí que llevamos alegría hoy en el cuerpo los conocidos! ¡Estamos para irnos después a bailar! Aparecen sus jefes y aprieta el ritmo, también veo cómo se me pierden.
En el kilómetro 5 el avituallamiento ¡qué ganas de ver el agua esta tarde! ¡Con el calor que estamos pasando casi todo el recorrido con el sol de cara!
A partir de aquí la parte que más me gusta. Para quien no conozca la prueba el recorrido es bonito. Hacerlo por Madrid Río siempre es agradable, el Manzanares aligera el calor que ya llevo encima por los kilómetros dejados atrás y a partir de ahí todo es un clamor. Hay muchísima gente animando, los familiares. Nunca me acostumbraré a esas mujeres con el puño en alto que me gritan con pasión: ¡vamos esa chica de verde! ¡Arriba las mujeres corredoras! Y lo mejor las niñas: ¡mira mamá ahí va otra chica! No sé si saben la fuerza que me dan, me gustaría pararme y agradecerles el gesto, como no puedo, igual en algún momento alguna lee esto y se reconoce entre ellas.

Rápido, llega lo peor de la carrera, el repecho en el kilómetro 8 que encima es de adoquín y hace la subida lenta y pesada y machaca los pies. También nos perjudica la aglomeración de gente, sujeta por los de la organización ya que no desean ver una carrera, no entra en sus planes, y continuamente se cruzan de izquierda a derecha madres, niños con bicis… Es un poco complicado correr.
Lo peor de todo el final, veo a lo lejos el crono y hubiese podido esprintar, ser sub 50’, las fuerzas las tengo y las ganas pero el adoquín que me separa de la Meta hace complicado correr rápido. Veo como un chico a mi lado se va al suelo y pienso en: “es mejor perder unos segundos” y finalmente cruzo contenta con mi tiempo de 50’53”.
La tradición marca que nos ofrezcan una rodaja de melón y música y diversión a partes iguales, ya que dentro de las actividades deportivas de las Fiestas de la Melonera, en el distrito de Arganzuela, se celebra la carrera popular.

Así finaliza mi primera prueba de esta temporada. No había terminado de cruzar la Meta y ya estaba pensando en la siguiente. ¡No tenemos solución los populares! Estamos enganchados de la cabeza a nuestras zapatillas ¡y qué bonitas son!
Besos, abrazos, saludos y volveré,


María Caballero
@MCG66Madrid

2 comentarios:

  1. Qué curioso el nombre de esta carrera, "la melonera". Yo creía que melones sólo habían en Torre Pachecho jajaja. Para la próxima carrera intenta hidratarte antes, no es bueno salir con sed. Ese sub-50 casi lo consigues, y eso que ayer no era el día: renqueante de molestias, adoquines y sobre todo primera carrera... Tranquila que en dos o tres semanas estás volando. Un besazo

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  2. Buena carrera y sobre todo siendo prudente al final cosa que es difícil cuando ves que bajar la marca esta tan cerca, para la próxima cae fijo.Con tu permiso me uno a tu blog.
    Un abrazo.

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