lunes, 11 de abril de 2016

Media Maratón de Madrid 2016


Madrid, 3 de abril de 2016 – 9:00 horas


De nuevo llega una de las mejores carreras de Madrid, por el ambiente, por el recorrido, por el público que se vuelca con nosotros por las calles y porque en ella coincidimos muchísimos amigos, conocidos, tanto de aquí como de otras ciudades.

La mañana amanece con una temperatura ideal, cálida, para que no tengamos dudas de lo que debemos ponernos, será un error correr muy abrigados, y además el cielo nublado, sin mucho interés en despejar las nubes.

Lo peor de esta media es el tiempo que hay que invertir antes de comenzar. Hay que entrar al Retiro, recorrer el Paseo de Uruguay si accedemos desde Atocha, o el Paseo de Fernán Núñez si lo hacemos por Príncipe de Vergara, hasta encontrar el ropero. Tras dejar nuestras bolsas de nuevo atravesaremos el Paseo de Uruguay hasta alcanzar Claudio Moyano y recorreremos el inicio del Paseo del Prado para acceder a los cajones de salida.

Nada más pisar el Retiro ya coincido con un buen número de gente.



A las ocho de la mañana en los roperos no hay colas, prácticamente es llegar y dejar la bolsa.


Otro asunto diferente son los baños, hay que invertir bastante paciencia, más las mujeres, ya que únicamente han colocado dos y la cola durante largos minutos no avanza. Alicia y yo decidimos desistir de entrar en estos y probamos en los que hay en el Paseo del Prado, con igual o peor resultado, para nosotras hay cuatro nada más y también hay que dedicar largo rato. Alicia finalmente aguarda, y yo desisto, prefiero destinar el tiempo que me queda a ver a más gente. 

Foto de Alicia Mahíllo

El punto de encuentro es la estatua de Velázquez del Museo del Prado, donde da igual si somos RetoDravet, Drinking o Instarunners, aquí nos reuniremos todos antes de comenzar. Hoy hay bastante gente de fuera de Madrid que ha decidido unirse como Susana Alfageme, Iñaki Díaz, Raquel Ginés, Vanessa Echave y Martín Vallejo.



Cada uno tenemos un objetivo muy diverso en esta prueba, el mío es que esta media me sirva como test para decidir cómo afrontaré el Maratón de Madrid el próximo 24 de abril. Pronto me despido de la gente y trato de acceder a mi cajón, lo que en principio resulta bastante complicado, con calma, voy avanzando entre los corredores y logro colocarme junto al cartel que marca 1h50m.

Del Km1 al 5.

A las 9 de la mañana dan la salida para los participantes en handbike. Cinco minutos después la tomaremos el resto de corredores.

El inicio es bastante fluido, logro correr al ritmo deseado sin problema. La gente nos aplaude entre gritos de “vamos…, vamos”. Este Km1 es el más sencillo de todos, por las ganas con las que iniciamos la media y por lo descansados. Poco después de sobrepasar el cartel que lo marca, aparece Susana Pecharromán con el globo de 1h.45’, suponen una gran ayuda las liebres para quienes quieren y pueden seguirlos. Las dos nos deseamos suerte para lograr colocarnos en la salida del maratón sin contratiempos.

En el tramo de Alcalá, subiendo por la Plaza de la Independencia hasta Velázquez ¿por qué hay tanto corredor que se pone tan nervioso? Queda mucho, no tiene sentido ni empujar, ni gritar como locos al resto para pasar.

No ha concluido el Km2 y me adelanta, con bastante buen ritmo, Quique Alcalá. A mí me gusta esta situación de saludar y despedir a gente conocida, verles avanzar, perderlos entre la multitud, permanezco igual de tranquila, sin variar el ritmo.

Un trecho después, tras completar el Km3, y la primera subida, escucho perfectamente su voz mucho antes de que llegue a mi lado. Es todo un espectáculo José Luis Basalo, liebre de 1h50’, animando, soltando bromas… me da un beso y avanza, sin perder ni una pizca de energía ni de simpatía.


Sobre el Km4, reconozco su espalda, con la camiseta morada de RetoDravet. Me cuesta alcanzar a Rodrigo Prados, no desisto, y logro colocarme a su lado. Charlamos bastantes metros y pronto reanuda su marcha.

Y llegamos al punto más ruidoso de toda la mañana, el Parque de Bomberos de Santa Engracia, por el Km5, con sus sirenas, sus aplausos, sus frases de ánimo. A partir de aquí iniciaremos una nueva y larga subida.

Los primeros cinco kilómetros me parece que pasan en nada. Me pesa la temperatura y el calor que llevo, tengo ganas de beber.

Del Km6 al 10.

En el Km6 encontramos el primer avituallamiento. Voluntarios muy jóvenes se lían algo al pasarnos las botellas; unos les quitan el tapón, otros no las dan cerradas. Algunos corredores nos vemos obligados a cogerlas directamente de las mesas ante la aglomeración de personas que se está formando. Trato de alejarme de la zona rápidamente para empezar a beber.

Comienza el ascenso hasta Plaza de Castilla, nuestro viejo tramo conocido, no conviene emocionarse, aún llevo fuerzas de sobra por hallarme muy al principio, lo malo será malgastarlas a mitad de la carrera. Me lo tomo con tranquilidad y contemplo esta parte de la ciudad, a diario masificada y a esta hora del domingo, a no ser por nosotros, prácticamente vacía.

Nos situamos en el Km7, por Cuatro Caminos, siempre le temo a este lugar, el olor de las diversas cafeterías, panaderías… me despierta el hambre, y ya me acompaña hasta el final.


En el Km8 su última subida nos da una idea parcial de todos los corredores que llevamos delante, al contemplar el asfalto, repleto de múltiples colores, en su punto más alto.

El conjunto de corredores avanzamos de forma fluida, hay espacio para quienes desean adelantar, pronto coronaremos la Plaza de Castilla y el Km9, una de las zonas con más animación de público, un empujón de moral y más cuando descubro a Baldo Taravillo y Rafa Monroy, choque de manitas con ellos y me alejo, justo cuando alguien grita mi nombre y descubro a Miguel De Lucio sonriéndome.

A partir de ese punto agarramos una nueva bajada que durará prácticamente hasta el Km18. Toca subir el ritmo para los próximos kilómetros.

Del Km11 al 15.

Poco después del segundo avituallamiento, en el Km11, aparece una chica en handbike, creía que los llevaríamos a todos delante, va gritándonos para que abramos paso y se forma algo de caos, algunos nos replegamos hacia la izquierda y otros hacia la derecha. Si para nosotros la empinada y breve subida de la Avenida de Pío XII es dura, para ella supone un tremendo esfuerzo. Unos corredores se colocan detrás y no tienen muy claro si empujarla o dejarla hacer su trabajo. Finalmente lo logra sola y entre gritos se va abriendo paso a toda velocidad cuesta abajo.

Iba tan concentrada en este episodio que casi ni me entero que Nacho Cepero se ha colocado a mi derecha en el Km12. Como hicimos en la Media de Latina, aprovechamos los metros corriendo juntos para comentar nuestra preparación para el Maratón de Madrid. Al ver a María Matilla, se despide, y me quedo hablando con ella. Va con el freno de la silla roto y serias dudas de si podrá terminar la media. Como va bien acompaña por Jesús decido continuar.

Al situarme en Príncipe de Vergara, simplemente corro, solo presto atención a la animación de la gente y a las caritas infantiles que parecen querer impulsarnos con su sonrisa. Es el recorrido ideal para relajar la mente y tratar de ajustar el ritmo que me permita afrontar sin problema el trayecto final.

Del Km16 a meta.

En este último avituallamiento del Km16, decido conservar la botella, al menos hasta Atocha, es conveniente enfrentarnos al tramo final bien hidratados.

Ya no nos quedaremos solos los corredores, hay muchos animadores. Los Kms 16 y 17 de Menéndez Pelayo son los que hago a mejor ritmo, entre el público y las ganas de concluir corro muy a gusto, además es un tramo cómodo. Me angustia un poco no localizar a Pedro entre tantas personas, avanzo… dejo atrás muchas caras... y no logro verlo, me daría rabia no coincidir y que él no sepa si he superado estos kilómetros o no. Casi al final del Km17, por fin, nos localizamos.


Pronto llegará la fiesta, en cuanto dejemos atrás el Km18, el Paseo de la Reina María Cristina y la alegría de ver, como todos los años, a la gente de Running Company animándonos en la puerta, nos enfrentaremos a la lucha con el final de la prueba.

Nos alejamos de Atocha, nos acercamos al Km19, coincidimos, una vez más, Alfonso XII, es la quinta Media de Madrid en la que nos encontramos, ya no te temo, sé que no serás fácil, nunca lo eres, aquí los gemelos se me resienten de subir… bajar, voy relajada sé que ya no pierdo el aliento, ni el ritmo, miro hacia delante y me dispongo a sortear a la gente que va caminando, a los que, con fuerzas justas, ascienden como pueden y solo debo pensar en ese arco dentro del Parque del Retiro.

Los gritos de Marta Chavero, en la Puerta de Alcalá, me sacan de mi ensimismamiento, me acerco a ella, chocamos las manos y me encaro con una sonrisa al repecho de Alcalá, que tampoco se queda atrás por duro. Me quedan fuerzas para adelantar corredores, saludo a Yolanda Rodrigo, trato de subir el ritmo, queda poco, tengo energía y, ¡al fin!, la entrada al Parque, la gente gritándonos, los que avanzan tranquilos frente a los que nos lanzamos a sobrepasar esa Meta corriendo lo más rápido que podemos en estos instantes, gritando, subiendo las manos, felicitándonos interiormente porque, de nuevo, hemos sido capaces de concluir una carrera.

Gracias Fco. Javier Domínguez por la foto

17 medias maratones superadas y cinco de ellas
han sido en ésta de Madrid

Gracias a todos por hacer de este deporte algo realmente maravilloso, sin conoceros, no tendría ni la mitad de sentido participar en tantas carreras.



Foto de José Luis Basalo


Nos volvemos a ver el 24 de abril corriendo el Maratón de Madrid.

Saludos, abrazos, besos,


María Caballero
@MCG66Madrid






1 comentario:

  1. A velar armas de cara a la grande.
    Un placer volver a coincidir María. El 24 nos vemos.

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