sábado, 21 de noviembre de 2015

Viviendo la ciudad antes del Maratón de Valencia 2015

Valencia, 13 y 14 de noviembre de 2015

Viernes 13.

Tras los tres meses de entrenamiento,  llega, por fin, el momento de partir para Valencia para disfrutar de un fin de semana largo con algo de turismo y mucho deporte.

Nada más llegar al hotel Villacarlos en la Avenida del Puerto, ya se nota la presencia del Maratón. En la recepción, hay un montón de folletos repartidos por varias estanterías. Casi todos los que nos vamos a alojar allí somos corredores, incluidos Rai Zárate y Belén Delgado.








Una vez instalados, lo primero es el almuerzo. Nos decidimos por el restaurante La Piula en la calle Burriana, recomendado por Joaquín Tamarit, en el que es casi obligado elegir alguno de sus platos de arroz.







Tras la comida, aprovechando la luz diurna, toca pasear un rato por los Jardines del Turia y ver uno de los sitios por los que entrenan muchos corredores valencianos.










El final de la tarde, como no podía ser de otra forma, consiste en visitar la Feria del Corredor, para recoger el dorsal, y en conocer la Ciudad de las Artes y las Ciencias. 

Creía que la aglomeración sería mayor. No me toca esperar nada de cola y se pueden visitar muy cómodamente cada uno de los stands y descubrir los nuevos productos de cada marca.













Las Ferias son una buena ocasión para tratar de tentarnos con otras carreras.




Las fotografías, sinceramente, no le hacen justicia a esta Ciudad de las Artes. Me apasiona la arquitectura moderna cuando es buena, y aquí han logrado realzar cada edificio con el agua, la típica luz de esta ciudad los embellece y el juego de espacios consigue que las personas nos sintamos diminutas. Igual lo he percibido desde el romanticismo de corredora, pero al llegar, me recorre un escalofrío, está claro que es un lugar ideal para terminar un maratón.
















Viendo todos los carteles alusivos a la prueba que adornan la ciudad, no hay duda de que su lema “Valencia ciudad del running” es mucho más que unas cuantas palabras.



La noche del viernes todavía nos podemos permitir algún pequeño exceso y quedamos para cenar Rai, Belén, Pedro y yo. Tras recorrer la zona centro, nos decidimos por un italiano de cuyo nombre no quiero acordarme, donde la comida no fue mala, aunque el trato hacia el cliente dejaba mucho que desear.

Foto de Belén Delgado

Foto de Rai Zárate

Sábado 14.

Planificamos la mañana del sábado para hacer turismo. No deseamos volver sin visitar, al menos, lo más representativo. Sé que no es muy conveniente caminar durante horas, aunque el buen tiempo y el desear conocer la ciudad ganan sobre la sensatez.

Aún así, no nos da tiempo ni a recorrer la mitad de lo que pretendíamos.

La Catedral de Valencia.





Santa Catalina.




La Universidad.




El Museo Nacional de Cerámica.







El Mercado Central.





A las dos de la tarde hemos quedado en la zona del Palmar con Joaquín Tamarit, Martín Vallejo, ese argentino al que no le gusta  aparecer en fotos y Ángel Sánchez. Es un verdadero placer desvirtualizar a los dos primeros y volver a coincidir con Ángel.  

La Casota es el restaurante favorito de Joaquín, o uno de ellos. Aquí vamos a recibir unas cuantas instrucciones por su parte de lo que es arroz valenciano, paella, y otro tipo de arroces que nada tienen que ver con los de la tierra. Siempre les agradeceré a Joaquín, Ana y Alba esta comida tan agradable, en la que nos relajarnos, entre risas y anécdotas, principalmente de nuestras carreras.

Foto de @analba76. Ni Ana ni Vicky quisieron posar, igual
no quieren contagiarse de nuestra locura.






No contábamos con visitar la Albufera, y gracias a la comida he tenido ocasión de verla por fin en directo. Siempre estuve enamorada de ella, desde muy niña, por las series de la Barraca y Cañas y Barro. Impresionante. Preciosa. Al atardecer, se llena de gente para contemplar la belleza del anochecer sobre el agua.






Tras un día muy bien aprovechado sí que llega la hora de reposar las piernas. Tras cenar en el hotel, dejo  todo preparado para correr en pocas horas el maratón. Me invade la pereza, ahora que está tan cerca no me apetece mucho tenerme que enfrentar nuevamente a esos 42 y pico kilómetros. Como todos sabéis que me coloco en la línea de salida el domingo, poco más que contar por ahora. En breve, publicaré la crónica del Maratón de Valencia, todavía ando interiorizando todo lo que viví por esas calles.

Saludos, abrazos, besos,


María Caballero
@MCG66Madrid



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