Madrid,
27 de septiembre de 2014 – 18:00 horas
Una excusa más para viajar,
es cargar con nuestras zapas y marcharnos a conocer otras carreras de pueblos
cercanos a nuestra localidad e incluso de otras provincias. A principio de
verano, nada más ver publicada la carrera que estaba montando Juan Carlos Higuero en su pueblo,
Aranda de Duero, me pareció un buen plan para terminar el verano, el pasar el
fin de semana allí.
Lo que realmente sale caro
es el desplazamiento hasta allí, el hotel y comer fuera de casa un fin de
semana, porque el precio de la carrera es barato, y con lo que ofrecía, se
puede decir que casi me ha salido gratis.
En la carrera habrá dos
distancias, 5 y 10 kms, y el precio de la inscripción es de 11€.
La bolsa del corredor
incluye:
Camiseta técnica, botella de
agua, chocolates Kinder, barrita energética de Isostar, zumo de Bifrutas, bolsa
de Cheetos y una morcilla de Burgos.
Además un pase para visitar
la exposición las Edades del Hombre, que cuesta 3€ y otro pase de un día para
el gimnasio y la piscina Pradosport.
La llegada a Aranda fue por
la mañana, sobre las 11, hay que aprovechar el fin de semana todo lo posible.
Decidí alojarme en el hotel Julia, en la calle de la
Virgencilla s/n, situado muy cerca de donde comenzaría la carrera y del Colegio
Castilla, donde se recogía el dorsal y la bolsa del corredor. Tiene un aire a
otra época, lo podéis apreciar por las fotos.
Es bastante tranquilo. La habitación no era muy grande, con espacio suficiente para pasar casi dos días. Lo bueno fue que desde la ventana podía seguir toda la organización de la carrera y escuchar perfectamente al speaker desde las 5 de la tarde.
Lo primero fue, como sabéis
que es lo lógico, recoger el dorsal. Además, lo iba a necesitar a lo largo de
la mañana. Después la visita a la exposición
de las Edades del Hombre, que se encuentra dividida en dos espacios, en la Iglesia de Santa María y en la de San Juan.
Iglesia de Santa María |
Iglesia de Santa María |
Iglesia de San Juan |
Iglesia de San Juan |
A la belleza de lo expuesto
hay que añadir la de las iglesias, muy recomendable la visita. Fue curioso
comprobar la de grupos de jubilados que estaban allí esa mañana, corredores se
veían muy pocos, y esto lo puedo asegurar porque hacíamos una cola aparte (todo
un detalle) y era muy cortita comparada con la del resto del público, ¡nada más
enseñar el dorsal, para dentro!
Tras la exposición, el
tiempo justo para recorrer un poco la zona.
A las dos había que comer en el mesón el Pastor, también situado en la
Plaza de la Virgencilla, que hay que hacer bien la digestión para poder correr
a las seis de la tarde. Se supone que enseñando el dorsal nos harían descuento
a los corredores, eso ponía en la web de la carrera, pero nos dijeron que era
solo para la cena (dato que no aparecía en las bases), la próxima vez habrá que
preguntar bien antes de sentarse a ninguna mesa.
Tratar de reposar en el
hotel, escuchando cómo comentaban los preparativos de la carrera en la calle,
no me ayudaba a relajarme mucho. Por fin llegó la hora y tocaba correr, que era
en realidad a lo que había ido hasta allí.
Al final parece que tomamos
la salida más de 2.300 corredores. Junto a los populares, corrían Diana Martín,
Javi Guerra, Pablo Villalobos, Amaya y Tamara Sanfabio. Los padrinos de la
carrera eran: Mariano Haro, Jesús España y Víctor García.
Y por allí andaba alguien
que no podía faltar, Shinichi Sasaki, a quien no tuve la oportunidad de
saludar, lo vi a lo lejos, de un lado a otro, como es habitual en él. Por fin desvirtualicé
a Óscar de Francisco Moreno. También coincidí con Susana Izquierdo, Rocío
Martínez, Mónica Barrigón y, por supuesto, con la arandina, Susana Pecharromán. También durante la carrera pude saludar a Pedro Álvarez Marcos.
La
Carrera.
Estar acostumbrada a las
grandes masas de corredores de cualquier carrera de Madrid, y participar en
ésta con tan poca gente, se me hace un poco raro. Reconozco que para lo nerviosa
que soy, llego muy justa de tiempo, es la poca costumbre de lo que puedo llamar
bajar a la carrera, porque estaba a muy escasos metros. Casi todos los
corredores ya estaban colocados. Intento localizar a los conocidos pero no lo
logro. Avanzo… Avanzo… y de pronto veo la cabeza de Pablo Villalobos, ahí me quedo
situada, descubro que delante solo tengo tres filas de corredores. Creo que es
la primera vez que no me pongo nerviosa, o no me da tiempo.
La salida y meta están en la
calle San Francisco, junto al colegio Castilla. La prueba es un circuito sobre
asfalto, los de 5kms solo darán una vuelta, los que correremos los 10,
tendremos que darle dos vueltas.
Tras el pistoletazo, la
salida es bastante ordenada, un poco difícil correr al principio, pese a la
velocidad que han tomado ya los primeros. La carretera es muy estrecha y cuesta
avanzar, adelantar es imposible, hasta varios metros más adelante.
Km1 Se
nota que la carrera va a discurrir a velocidad, estamos mezclados los de 5 y
10kms y nos vamos contagiando del ritmo de los de delante. Tas la calle San
Francisco, recorremos la Fuenteminaya y al atravesar la de San Antonio, dejamos
atrás el primer kilómetro.
Para marcar cada kilómetro han
situado un reloj digital para ver los tiempos parciales, esto ayuda a
planificar muy bien la carrera y las marcas en cada punto.
Km2
Pasamos
por la Plaza de Toros, el Lagar de Isilla, la Iglesia de Santa María (pasar
corriendo por delante de ella hace que vea la zona muy diferente respecto a por
la mañana). Se empieza a notar el calor. El olor a lechazo asado nos acompaña
continuamente.
Km
3
Recorremos la Avenida de Castilla en ambas direcciones, al bajarla vemos a los
que llevamos delante en la carrera. Me saluda Susana Izquierdo. Al subirla,
podemos descubrir todos los corredores que llevamos detrás. El ritmo sigue
siendo rápido. Varios corredores que llevo al lado comentan que hay que
dosificar, que van a menos de 5 minutos/km. En ese momento caigo en que yo
también voy demasiado rápido, la duda es si aguantaré así los 10. Tras
meditarlo, me digo que he ido a correr y sigo igual. Correr sobre el puente
Duero, poco antes de terminar el 3, permite ver abajo el río y el parque que lo
rodea, además de aligerar el calor.
Km
4 El
recorrido es llano casi en su totalidad, salvo la cuesta en la calle Postas,
sobre el kilómetro 3,5, que después repetiremos, nuevamente, en el 8,5, ahí
picará un poco más que ahora. Avanzamos por la calle Sol de las Moreras, la de Pedro
Sanz Abad y por fin la Avenida de Burgos, en la que ya se intuye cerca el final
de la primera vuelta.
Km
5 Seguimos por la Avenida de Burgos, uno de los puntos en los que hay más animación.
Después Carrequemada. Es curioso, que aquí no terminaba la prueba para la
mayoría, pero antes de coronar los 5kms., al ver nuevamente el punto de salida,
metíamos algo más de velocidad en los últimos metros para pasar por debajo del
arco, ¡qué vicio tenemos! Uno de los fallos de la carrera no tener avituallamiento
en este punto. La temperatura era alta y la velocidad también, es de las pocas
carreras en las que de verdad necesitaba un trago de agua.
La segunda vuelta con
idéntico recorrido, con más animación por parte de la gente y más despejada la
zona para poder correr.
He tenido que irme hasta
Aranda de Duero para conseguir lo que buscaba desde hacía un tiempo, ser sub 50
minutos en los 10kms, con mis 00:49:49:54.
Al terminar nos dan un
plátano para cada uno. Además, hidratación Isostar, en vasos, se podía repetir.
Chorizo, salchichón, pan y fruta para coger cada corredor, también hubo quien
repitió.
A todas las mujeres nos
entregaban una botella de vino. El cupo era a las primeras 500 pero al no
superar esa cifra, nos vamos todas con regalo. Para los hombres era a los 600
primeros, creo que se montó un poco de lío, la organización tenía que entregar
el listado de llegada a los voluntarios y tuvieron que esperar bastante para
saber si se iban con vino o sin él.
La carrera muy recomendable,
como es lógico, con algún fallo que pulir, al ser la primera es normal que los
haya, otras que llevan muchas ediciones los siguen cometiendo. Hay que
reconocerle el gran trabajo a Juan Carlos Higuero, el buen trato de la
organización hacia los corredores y la gran acogida de la gente de Aranda de
Duero.
Por la noche, visita a
varias bodegas, es obligado, por la gran tradición de vinos de esta zona.
Regalo del Hotel Julia |
Primero, fue la bodega Histórica Don Carlos.
Y después tocó el Lagar de Isilla, ambas bodegas en la
calle Isilla, muy cerca una de otra. Muy curiosas las dos. La segunda mucho más
tenebrosa, más primaria, y la visita más amplia. Hay muchas más pero tocaba
variar un poco la noche.
En una placita cercana, descubrimos
un concierto, con temas míticos de la juventud de algunos: como “la chica de
ayer” de Antonio Vega y el “cadillac solitario” de Loquillo.
El domingo, paseíto para
terminar de ver lo que quedaba del pueblo, compra de dulces típicos y vuelta a
Madrid, ya pensando en la próxima carrera en la que participar.
Hasta muy pronto a todos.
Saludos, abrazos, besos,
María
Caballero
@MCG66Madrid
Hola Maria, enhorabuena por la entrada del blog...y también por cumplir con ese sueño de bajar de los 50mins.
ResponderEliminarFelicidades, María, por esa MMP. Caerá dentro de poco otra vez. Estoy seguro! Un abrazo
ResponderEliminarFelicidades María, vaya sitio bonito para una carrera y un fin de semana de turismo.
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