La primavera ha venido
nadie sabe cómo ha sido.
¡Cómo
se echan de menos esos síntomas de la alergia, ese picor de nariz,
esos estornudos! ¡Quién nos iba a contar que pasaríamos una de las
estaciones más bonitas encerrados! Que cambiaríamos el olor de las
flores por el de la lejía, el desinfectante, el jabón o el
bioalcohol. Y eso que yo tengo suerte y dos de mis ventanas y la
terraza dan a un jardín y podré apreciar el cambio en los árboles,
la llegada de las margaritas silvestres y la alegría de los
gorriones.
Nosotras
no hacemos mucha vida en la terraza y estos días estamos
descubriendo otras vidas, y a otras personas, como a los vecinos de
los pisos altos de la torre de enfrente, a los que nunca habíamos
visto antes y ahora, en el momento aplauso, nos saludan con sus
linternas.
¿Tú
qué ves desde tu terraza? Si la tienes, porque en los bloques
modernos tienen la mala idea de suprimirlas, ¡con el juego que están
dando las terrazas en este encierro!
María Caballero
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