Madrid,
5 de junio de 2016 – 9:00 horas
Me gusta tanto este deporte
que considero que correr es una forma ideal de festejar cualquier buena ocasión,
y si este domingo la excusa es una carrera para celebrar el día mundial del
medio ambiente, me uno. La prueba pertenece al circuito “Corre por el planeta”,
y este año EcoRun colabora con la formación técnica en energía solar de mujeres
de las zonas rurales de Guatemala. Se ocupan también de recoger móviles que ya
no usamos que irán a Móvil Solidario, Acción contra el Hambre y Stop Sanfilippo
y tapones para Tapones para una Vida y la Fundación Seur, lo podremos hacer tanto
durante la entrega de dorsales como en la carrera.
Tras conocer esta prueba, os
la recomiendo, por el ambiente, el lugar en el que se celebra, la Casa de Campo
y por no estar masificada, seremos unos 4.000 participantes.
Habrá tres carreras
sucesivas, comenzando la de 10kms, a continuación la de 5 y finalmente la de
menores de 14 años.
A las ocho y media de la
mañana ya hay bastante gente en el lugar. El ropero funciona bien, no se
pierden ni cinco minutos en dejar la mochila. Las colas del baño son algo más
lentas, aunque no para desesperarse.
En la explanada del
aparcamiento del Lago siempre da el sol, a primera hora no molesta aún, según
avancen las horas, los voluntarios van a tener que soportar bastante calor.
Antes de empezar me da
tiempo a recorrer las diferentes carpas. En la de Vraí nos ofrecen yogures,
prefiero volver después de la carrera para tomarlos.
El arco de salida también está
a pleno sol, afortunadamente, la espera es muy corta, en esta carrera no hay
que situarse con demasiado tiempo. Tras la señal, el inicio es por asfalto, en
trazado cómodo, por el ya conocido Paseo de María Teresa, recorriéndolo
completaremos el Km1.
Prácticamente al terminar el
Km2 vemos a los que van en cabeza de
carrera, los primeros bastante juntos. Unos 300 metros después, alcanzo un giro
en la rotonda del Paseo de la Venta y me toca ver a la gente que viene detrás; en
ese instante, Susana García grita mi
nombre, casi vamos pegadas.
Y se acaba lo bueno, porque
sobre el Km3 y pico comienza la
subida por la Carretera de la Ciudad Universitaria, se hace más dura al no
haber sombra, se prolongará hasta el Km4,5,
justo al finalizarla nos entregan el avituallamiento, y con el agua entramos a
un camino de tierra y piedras.
En el Km5,5 coincidimos con la tapia, corremos unos metros paralelos a
ella hasta situarnos en la explanada de la fuente, donde solemos parar a beber
corredores y ciclistas. Tomamos el camino a la derecha que, aproximadamente otro
medio kilómetro, será por tierra.
El calor agobia ya, me
sorprende ver a gente con dos capas, una de ellas de manga larga, otros van con
cortavientos. Sobre el Km6,5
regresamos al asfalto y de nuevo a la Carretera de la Ciudad Universitaria, en
esta ocasión en el tramo de bajada. Corremos en hilera, nos vamos dispersando. En
el Km7 cuando pensamos que ya todo
es llano nos aguarda otra subida, relativamente corta y a partir de ahí bajamos.
En el Km8, en la Carretera del Teleférico, comienzo a adelantar
corredores y a subir el ritmo. Los últimos kilómetros los afronto a más
velocidad, sin lanzarme demasiado en las pronunciadas bajadas, en las que puedo
dejarme los gemelos. Desde el Km9 se
ve el teleférico parado y se escucha la música, y al speaker comentar las
entradas de los que llegan. La mayoría ya llevamos nuestro mejor ritmo en las
piernas, ayudados de un incesante braceo que nos permita avanzar lo más rápido
posible.
Pocos metros antes de finalizar, abandonamos el asfalto, entramos por
la derecha a la tierra, directos al camino de vallas que nos conducirán bajo el
arco, para cruzar, una vez más, otra META.
Como siempre, lo mejor de la mañana, coincidir con los amigos.
Saludos, abrazos, besos,
María Caballero
@MCG66Madrid
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