Madrid,
12 de junio de 2016 – 10:00 horas
Otro domingo más en la Casa
de Campo de Madrid. En esta ocasión para participar en la carrera por la
innovación en VIH, la tercera edición a la que asisto. Hoy va a ser una mañana
muy especial, Pedro, al que muchos de vosotros conocéis ya, ha estado
entrenando en secreto y me ha dado la noticia, en forma de sorpresa, al comunicarme
que se había inscrito para correrla juntos.
Hemos quedado con Marisa Porral, José Carlos Juárez, Juan
Miguel Fernández, David Corbacho,
los Running Free Madrid… y un montón
de gente más. Esta prueba nos reúne a un buen grupo de corredores cada año, por
su carácter solidario y por estar muy bien organizada, pese a que el perfil es
algo duro y con el calor empeora algo.
Tener cerca a una persona
que comienza nos hace recordar todas las buenas costumbres que hemos ido
dejando por el camino. Mientras el resto nos dedicamos a charlar y hacernos fotos,
Pedro, como es aconsejable, se va a calentar.
Primero corren los menores,
a las 9:30 los niños y a las 9:45 las niñas. A continuación nos llega el turno
a los adultos a las 10:00 horas. Con las indicaciones del speaker nos vamos colocando
en la línea de salida, que está situada en la Ronda del Lago, a la sombra.
Nada más comenzar, José
Carlos nos deja atrás, y pocos metros después a Juan también le perdemos de
vista. Formamos grupo Marisa, Pedro y yo, hasta que aparece Santi Caballero y Marisa y él,
charlando, se quedan detrás. La primera subida llega pronto, por el Paseo del
Embarcadero, pesa el calor. Hemos comenzado tranquilos, al ritmo que Pedro ha entrenado.
En el Paseo Azul completamos el Km1.
Nos pasa David Corbacho, saluda y
sigue sin perder nada de tiempo. Coincidimos con José Luis Basalo y el grupo al que le hace de liebre. Igual nos
adelanta a todos para tirarnos fotos, como se queda detrás charlando con
alguien, es pura vitalidad, muy pocos kilómetros para él estos seis.
Foto de José Luis Basalo |
Tras el Km1,5, en el Camino de los Romeros, dejamos
el asfalto para pasar a la tierra, que está tan seca que con cada paso de los
de delante se levanta y se nos mete en los ojos y en la boca. Seguimos
ascendiendo, tenemos aún un buen trecho de subida.
Lo peor llega tras el Km2, en la Carretera del Teleférico. A
Pedro le preocupaban precisamente las pronunciadas cuestas. No quiero agobiarle
preguntándole más de lo necesario. Le veo genial y mantiene un ritmo constante.
Debo controlarme para no acelerarme inconscientemente, y menos aún en la parte
dura del recorrido. Llegamos al Km3,
está superada la mitad de la carrera. Nos queda aún más de un kilómetro para el
tramo en bajada. En esta carrera no hay avituallamiento, Pedro lleva su botella
de agua y la gente que lo necesita para en la fuente situada sobre el Km3,5. Coincidimos con Juan y charlando
alcanzamos el Km4. No por ir
hablando me despisto del ritmo establecido, aunque ya vamos a menos de 6m/km,
ninguna queja por parte de Pedro, continuamos. Tras un período largo en ascenso,
es lógico que a las piernas les entre cierta alegría por subir el ritmo cuando
llega lo cómodo.
La Carretera de la Ciudad Universitaria, de bajada, es una
maravilla, tanto que nos hemos lanzado y el Km5 lo logramos completar a 5’05”. Y justo Pedro parece que estaba
esperando a que volviese la cabeza para mirarle, una vez más, para soltarme un ¡ya
no vamos a seis minutos, ni de broma! Así es, y lo ha aguantado perfectamente. Reconozco
que no soy muy buena como liebre o guía, he ido incrementando la velocidad
pensando más en mí, aunque igual confío mucho en sus posibilidades porque va a
terminar su primera carrera mejor de lo que pensaba, sin tener que pararse en
ninguna cuesta y sin andar.
El Paseo de los Plátanos lo conocemos muy bien los
dos, hemos entrenado múltiples veces por aquí. Comenzamos a escuchar la música
y al speaker, el final queda próximo. Le pregunto si aminoramos para el medio
kilómetro final y al contestarme que aguanta, sonrío, y sé que le va la marcha
y que aún no lo refleja en su cara pero ha disfrutado de esta carrera. Al
principio es complicado relajarnos, su cara seria me hace pensar en mis
primeras carreras, ni hablaba ni quería que lo hiciesen los demás, por no tener
que malgastar energía en responder. Y pasamos el Km6, solo restan unos trescientos metros para reírnos los dos, por
fin, agarrarnos de la mano y pasar la primera Meta juntos, a la que espero que
le sigan muchas más.
Es increíble la de gente que
nos queda por saludar.
Foto de José Luis Basalo |
Foto de Juan Miguel Fernández |
Avituallamiento final de carrera |
Foto de Juan Miguel Fernández |
Por la foto del final de este post está claro que es una
carrera que nos gusta a bastantes y eso que hubo algún despistado que no llegó
a tiempo de entrar en el posado de grupo.
Saludos, abrazos, besos,
María Caballero
@MCG66Madrid
Oleeeee Maria, ya sabes lo que te digo, lo principal acabar y disfrutarlo chapó
ResponderEliminarOleeeee Maria, ya sabes lo que te digo, lo principal acabar y disfrutarlo chapó
ResponderEliminarEl despistado era yo!!!
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