Madrid,
del 25 al 27 de abril 2014
A veces los deseos se
cumplen, los sueños se hacen realidad.
Desde que entré en twitter y
esta mujer empezó a seguirme, a apoyarme en cada nuevo reto, a hacerme reír con
sus ocurrencias, supe que, tarde o temprano, tenía que suceder, y ha ocurrido
en Madrid, el pasado fin de semana, por fin hemos salido de la fría pantalla y
nos hemos conocido Mónica Arce y yo.
En ella está la prueba de que correr a las mujeres nos endurece las piernas,
nos fortalece el carácter pero nos sigue conservando tierno el corazón y los
sentimientos.
Os dejo con Mónica y con la
visión que ella tiene de cómo ha desvirtualizado a parte del Equipo de los
locos DrinkingRunners.
Nunca
pensé que lo haría, y ocurrió
Nunca he escrito ningún post.
Nunca pensé que correría.
Nunca pensé que correría 5
kms.
Nunca pensé que correría 10
kms.
Nunca pensé que correría 21
Kms.
Nunca pensé que compartiría
mi locura.
Pero siempre supe que vosotros
seríais así.
No cuento las veces que imaginé correr juntos, conocernos y "dejar de estar subtitulados" porque habéis ocupado mi cabeza durante muchos entrenos duros, madrugones, días de lluvia y tiradas largas.
Te levantas, y mientras te
pones los "calcetos" das los buenos días a los madrugadores: Pablo, Pintos, Julián, Rai…, es entonces cuando te sientes más reconfortada y piensas: ya no estoy sola, tronada sí, aunque acompañada.
Así es como tweet a tweet voy creando de cada uno una idea preconcebida de cómo
seriáis, la mezcla parecía perfecta.
La excusa para conoceros:
Madrid
Rock & Roll Maratón el 27 de abril.
Y una alegría por partida doble, por un lado conocer a los DrinkingRunners (ya no me aguantaba las ganas, después de tantas risas y buen rollo con vosotros) y además, claro está, reencontrarme con el Comando G de nuevo (Elena, Ana María, Loli) aunque no al completo (Ana Ledesma y Sonia han faltado, pero solo de cuerpo que no de espíritu) y fundamental ¡¡CONOCER A MARÍA!!, y es que ella fue “El Génesis”, la primera a la que conocí cuando las dos empezamos en esto del pajarito, todas ellas eran antes de conocerlas y después, un regalo.
Porque son en la distancia
un apoyo y un orgullo.
Porque son de verdad.
Porque están suficientemente
lejos y necesariamente cerca.
Por muchas cosas y esperemos
que para siempre.
El encuentro sucedió, en el Hotel
Europa en la Puerta del Sol y a las 14:30, así, como de película de espías, porque
ese era el lugar y la hora. Una puede parecer muy "echada palante",
pues no, error, mucho ruido y fuegos artificiales, pero a la hora de la verdad
daba vueltas por Sol nerviosa, muy nerviosa, con Javi tratando de poner un
punto de calma en mí; ya antes, esa mañana, en la Feria del Corredor me pareció
reconocer a Julián a lo lejos, me faltó esa punta de velocidad y acercarme…,
así que haceros idea de cómo estaba, totalmente en anaeróbico en la Puerta del
Sol desde hacía una hora: ¡lactato a cascoporro!
En el Hall del hotel:
Óscar, Julián, Alberto Barrantes,
Marta, Pintos, Manuel, Doc, Bernal, Miguel Ángel, Ariadna, África, ¿y qué pasó? qué aguanté 0,2
segundos, porque se me pusieron los ojos estilo dibujo animado japonés con la
lagrimona ahí asomando, y llegaron los besos, las sonrisas y la alegría que te
va inundando, no hay trampa ni cartón, son como lo que lees, bueno no, MUCHO
MEJORES, porque no había vergüenzas, corte o situaciones tensas, naaaaa era emoción en vena, ¡endorfinas para
exportar!
Foto de Eva Tomé |
Esto contado suena a
topicazo lo sé, aunque es así, y la prueba de que "el algodón no
engaña" fue muy clara. Cuando la comida acabó y volvíamos a casa de
nuestro amigo, Javi, que es ajeno al running y mucho más a las redes sociales,
en un semáforo me suelta de golpe:
- Mónica, que si te pierdes
viendo Juego de Tronos porque estás tuiteando con ellos, tienes mi bendición y hasta te ayudo a ponerte al DÏA, ¡que ahora te entiendo!
Muerta me quedé, él, que me acompaña a mis "chifladas" desde hace tiempo, sin "venirse arriba", de repente preocupado por el alojamiento en la carrera de la Behobia para volver a vernos todos #mátamecamión #verparacreer.
Fue una comida divertida,
natural, sin forzar, con fotos, … bueno, ¡que leches!, como es una comida con amigos
y de vez en cuando me veía desde fuera y solo quería poder recordarlo todo y regodearme
de la sensación de hablar con María, con la naturalidad como lo haces con tu
compañera de oficina a la que ves cada día; de poner por fin unos “cuquilips”
con Barrantes, genio y figura, que por cierto toma nota porque espero compartir
plano contigo muchas más veces y que me enseñes los secretos del "arte del
selfie"; retener en la memoria ese achuchón con África, que te sale
de dentro, y cómo no, ver a Eva, ¡ay Eva! no te digo más, porque tú sabes..,
y SIEMPRE Elena, Ana María, Belén y Loli, con ellas llevaba una vuelta
ganada de otros encuentros.
Agotada de tantas emociones
a casa a dormir.....tic, tac, tic...
El domingo toca vestirse de
luces. Y salir a correr.
Llegar al Ayuntamiento de
Madrid, reírte con el previo de los
DrinkingRunners, a los que los organizadores de las carreras deberían
considerar seriamente contratar como #animadoresdecarrera.
Un sueño estar en el cajón
de salida con Julián, Óscar, Elena, Toño, Olalla, Javi, María, que apareció en el último momento y respiré, porque salir sin verla no hubiera sido igual, tenía que apretujarla un poco.
De la carrera poco os cuento que me disperso y no es plan, además no os voy a aburrir que para eso tengo a Javi que aguanta "mis resúmenes eternos", sólo decir que iba mucho mejor escoltada que Madonna cuando sale a correr.
Me faltó Voltereta, que tuvo
que conformarse con un 10k., a ella no se la puede querer más, cuando nos
juntamos ¿qué pasa? Pues esta vez ha tocado el #postureoturisticorunner, en la
comida del sábado sacamos el teléfono entre el primer y segundo plato y en un
plis reservando hoteles para la Behobia, con niños y toda la pesca, ya sabéis,
planes en familia, ¡la que vamos a armar allí!
Elena, por su parte,
venía de una maratón dura y porque estábamos todas no dudó en hacer los 21k, lo
cual le agradezco en el alma, ella es como un reloj suizo segura,
resistente…, y a nadie le quedan los manguitos como a ella (es por destensar,
pero muy cierto) y ¡como me gusta verla correr con Toño a su lado!, Elena me
hacía de guía turística en los primeros kilómetros, yo atenta y a la vez
dispersa, concentrada, porque correr con tanta gente y esquivando zapatillas me
hacía correr un poco estilo Chiquito de la Calzada.
Toda la carrera fuimos juntos
Olalla, Julián y Oscar; con ellos la fiesta era continua, me cantaban la
carrera (subida, ras, derecha ras....), les pedía un toldo cuando el sol
apretaba… risas, muchas risas y ese es el momento en el que con un par nos
pararnos a hacernos una foto y a achuchar a África, eso ya es #postureomáximo.
¡Fui FELIZ!
Claro qué lloré al entrar en
meta, claro que me emocioné y nos abrazamos los tres, Olalla (un amor), Julián y Óscar. No tengo palabras y ahora sí que me da vergüenza "echaros más flores", pero
hay por ahí un enlace de video de nuestra llegada, que lo resume todo.
La carrera era la guinda de
un pastel construido a base de 140 caracteres, en el que se ha puesto muchas ganas, tiempo, cariño; un pastel en el que ha tenido que colaborar mucha gente: unos cuidando niños, otros acompañando y conciliando (Carmenado, estás absuelto, pero no te vas a "ir de rositas") y el resultado supera con mucho lo soñado y eso lo supe cuando iba en el tren prefabricando una respuesta sencilla para cuando los de la oficina o la familia me preguntasen
¿qué tal?, porque:
- Cómo explicas que unos
extraños son tan cercanos;
- Cómo cuentas que lo que se
sufre corriendo es tu pasaporte a momentos
de felicidad única.
de felicidad única.
- Cómo cuentas lo que se
siente cuando alguien a tu lado pide un aplauso y sabes que es para ti, porque
te ven floja y así te salen alas en los pies.
- Cómo les digo que
noviembre brilla en mi calendario y que "no
pegarse" por vacaciones en verano, que yo me cojo días en invierno para correr.
pegarse" por vacaciones en verano, que yo me cojo días en invierno para correr.
Y sobre todo, cómo les
cuento que me marcho (y llegaré) tan llena de emociones que no me duermo en el
tren y sólo puedo escribir, porque si no exploto.
Así que ante el ¿qué tal por
Madrid?, les doy un simple: muy bien, hizo muy bueno, y eso resuelve la papeleta, y es que para una que no calla me dejáis sin palabras, ¡tiene tela!
Hasta muy pronto,
Mónica Arce
@monicaarcenico
PD: Por falta de tiempo, ha
habido mucha gente a la que solo hemos podido rozar: Pintos, Bernal, Iri, Javi Álamo, Alberto (“el agujas”); Doc, Arancha… y la pena inicial se va, y llega la alegría, sois mi coartada perfecta
para muchas veces más, así que, Pablo Carmenado no tardemos en vernos.
¡Qué grande, María! ¡Y qué buenos amigos! Un placer desvirtualizarte en la Feria del Corredor y darte un abrazo,... Felicidades por este Maratón. Eres una luchadora!
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