Getafe,
26 de enero de 2014, 10:30 horas
Esta carrera no es de las
que yo habría elegido ni incluido en mi calendario particular, simplemente,
porque está lejos de casa. Este año aquí estoy, el equipo Drinkingrunners la tenía señalada como test para conocer nuestra
preparación de cara al maratón de Sevilla y, además, nos reunimos casi todos
esta mañana, eso ya es motivo suficiente para correrla.
Falta el líder, Pablo Carmenado, al que intuyo tan
nervioso como alguno de nosotros. Desde bien temprano está pendiente de las
redes sociales, dando apoyo y comentando todo lo que vamos publicando los que
corremos. También falta Iri, Paco, Javier Carmona, Carlos Mascías. Contamos con
Julián Hurtado que viene a demostrar, nuevamente, su veteranía y dominio de los
kilómetros. El resto estamos aquí, con la intención de mejorar nuestras marcas,
pasar una buena mañana, sumar #kmsXalimentos y tomar como referencia esta
prueba de cara a los tiempos que queremos conseguir en Sevilla.
Hasta llegar a Getafe la
mañana me parece fresquita. Ya en el estadio, mientras nos juntamos los
conocidos, me doy cuenta de que voy a pasar bastante calor, me sobra ropa,
tengo que cargar con ella ya sin remedio. El sol calienta, no hace nada de
aire.
El ambiente es increíble. No
paro de encontrarme con conocidos con la misma idea, vamos a tratar de mejorar
nuestros tiempos.
Por aquí andamos, además de
los Drinkingrunners, muchos otros equipos: las Gacelas de Madrid, los Forofos
del Running, el TeamMadrid y un largo etcétera.
Estoy más nerviosa de lo
habitual, en parte porque no conozco la zona y el recorrido será sorpresa en su
totalidad. Me da por decirme: ¿y tú quieres correr en Sevilla? Pues eso tampoco
lo conoces que digamos…
Me gustar ver a Elena Sanz y a Toni Perlado, ejemplo de pareja con afición común. Y a Mos Alonso, siempre con esa
tranquilidad antes de la prueba, que no me la contagia pero sí me ayuda. Y a Héctor, con esa intensa ilusión de los
comienzos en la competición.
Aguanto hasta las 10 para
separarme del grupo. A esa hora ya me parece que me va a faltar tiempo para ir
al baño, dejar la mochila, calentar y conseguir situarme bien en la salida. En
el equipo andan formando los grupos para correr juntos según sus tiempos. Sigo
siendo loba esteparia, no me termina de gustar dejarme dirigir. Algún día
tendré que probar, de momento prefiero seguir así. Tengo mis ritmos, mis
momentos de saber bajar o de dar todo lo que pueda sin pensar en mañana. Sé que
no me voy a terminar de encontrar cómoda si otra persona decide mi carrera.
El baño de los hombres no sé
cómo andaba. El de mujeres un desastre. Algunos no funcionaban y veíamos caer
los minutos en la interminable cola, había quien se consolaba con el tema de
que teníamos duchas para después de la carrera.
Tras calentar, y ya situada
en la línea de salida, noto por momentos que la ropa me va a pasar factura.
Miro alrededor y descubro gente mucho más abrigada que yo. Trato de no pensar
en ello. En el carril de la izquierda descubro a Paloma, la amiga de Marta Chavero, que también correrá en Sevilla.
Nos miramos unos minutos, nos tiramos un beso y la avalancha de gente que se
coloca alrededor me la oculta.
Hay quienes comentan que correrán
a 8 minutos y los tengo colocados delante. Otros que dicen que hay años en los
que no se escucha el pistoletazo de salida... Me estoy poniendo más nerviosa. ¡Por
fin llega el momento y a darlo todo!
El km 1 es complicado, la zona es estrecha y en algunos tramos cuesta correr.
Conseguir el ritmo deseado será en el km
2, ya algo más despejado. El recorrido es feo, aburrido, monótono. Para una
prueba de 10kms sería tolerable, para la media se hace pesado, llegó a
cansarme. Hasta el km 7 voy acompañada
por Carlos Garrido, charlando de
maratones y nuestras marcas. Tras el avituallamiento le perdí, entretenida en
charlar y saludar a mucha más gente que iba encontrando, como José Carlos Juárez. Sí me gustó el que
fuese un recorrido paralelo, ir viendo toda la cabeza de carrera y al cambiar
de sentido a todos los corredores que venían detrás. Ese colorido, a lo largo
de un paisaje sin ningún encanto, es lo que me iba entreteniendo metro a metro.
¡Qué alegría descubrir a Marta Chavero pasado el km 10 gritando mi nombre y diciéndole a
su hija anima a María! Esta mujer da un subidón de energía con solo verla. Un
poco más tarde, sobre el km 12, Daniel Casaus también a grito limpio animando
a todos los conocidos. En el km 14
me mira un compañero y se presenta, es Pedro
Morán, me estrecha la mano. Es la primera vez que nos vemos fuera de
Facebook. Esto es lo que hace grande a un corredor y a este deporte, que baje
su ritmo para saludar a alguien a quien sólo conoce a través de la pantalla. Charlamos,
me da ánimos y me vuelve a estrechar la mano. En el km 16 me empieza a cansar tanta rotonda, que me carga los tobillos
y hace que el ritmo no sea constante. A partir del km 19 el temido adoquín del que me había advertido Rai Zárate. No corro con seguridad, me
da miedo un traspiés sobre este terreno.
En el km 20 había que dar el resto, más teniendo a Loli Cobos cámara en mano dispuesta a no dejar escapar a ningún Drinkingrunners.
Y un poco más adelante a Carlos Siguero
con Carla; ella se había tenido que
retirar de la prueba y allí estaba dando ánimos a los que seguíamos adelante.
Como era previsible, Shinichi bien situado
a la entrada del estadio. Eso es lo que más me gustó de esta media, terminar
dentro del estadio, muy profesional el final de esta prueba popular. Y por
supuesto el compañerismo, el apoyo, esos ánimos de los conocidos y de los desconocidos
que por llevar la verde bromean y me preguntan dónde anda el resto del equipo.
La alegría tras pasar la Meta
era común en casi todas las caras. Pocos nos íbamos sin haber mejorado nuestras
marcas. La mía quedó en 1:50'59". Allí estaba Carlos Garrido con el que no pude charlar demasiado, apareció
Javier Moraleda, un torbellino de
energía este chico, y un gran cariño común que nos tenemos desde que nos conocimos
gracias a Personal Running. Y más caras familiares como Agustín Lhuaraya, Francisco
Javier Domínguez, Prado, Manu Marlasca, Manuel González y … Espero no olvidar a demasiados.
Mientras nos felicitamos los
Drinkingrunners, por lo bien que nos ha ido la mañana y comentamos la fuerza
que nos da para Sevilla saber que el esfuerzo de estos meses tiene recompensa, aparece
José Escudero Ramos que ha realizado
la carrera descalzo. Me muestra los pies y las heridas que tiene no se reflejan
para nada en sus palabras, ni en su cara de satisfacción por lo logrado. Ya no
me volverá a sorprender, nunca más, el seguir corriendo pese a las ampollas y
las molestias, miro a Jose y descubro que querer es poder, está claro, eso, o que
de verdad estamos muy locos los populares.
Después de la quedada de los
Drinkingrunners, el próximo 2 de febrero, en la que os veré a casi todos, estoy
segura, me encierro en mi preparación mental y física hasta el maratón de Sevilla,
ya ni compito ni me entretengo en nada que no sea completar el #planmaratón.
Saludos, abrazos, besos,
María
Caballero
@MCG66Madrid