Madrid,
9 de mayo de 2015 - 9:00 horas
Correr en El Escorial me supone
madrugar aún más de lo que es habitual para otras carreras, ya que los trails
siempre se organizan en la periferia de la ciudad.
El municipio de San Lorenzo
de El Escorial se encuentra situado a 47 kilómetros de Madrid, al noroeste, en
la vertiente suroriental de la sierra de Guadarrama, al pie del monte Abantos y
las Machotas.
Los 21 kms de hoy discurrirán
por la Sierra de Guadarrama, un paraje impresionante, con salida en San Lorenzo
de El Escorial, carretera de Robledo, Camino del Horizontal, Los Llanillos,
Fuente de La Reina, Puerto de Malagón, Cerbunal, Portacho, Pico de Abantos,
Cerbunal, Fuente de la Concha y meta igualmente en San Lorenzo de El Escorial.
Los precios de las
inscripciones para esta prueba iban de los 18 a los 25 euros, según los plazos.
Nada más llegar al Escorial,
toca recoger los dorsales en el Pabellón San Lorenzo.
Además, nos entregan la
camiseta de la carrera y un vale para la comida que organizan a las 13:30 en el
Parque Terreros.
Ya están allí también Baldo Taravillo y Rai Zárate. Más tarde veremos a Amalia Fernández.
Tras las fotos para el recuerdo,
dejamos las mochilas y a prepararnos para tomar la salida. La organización
comprueba que llevamos el dorsal bien colocado y que no hemos olvidado el vaso
que es obligatorio portar durante la prueba.
Estoy nerviosa, tengo el
corazón acelerado y a ratos parece que me falta el aire. En los últimos días he
tenido verdaderas dudas de si participar finalmente en este trail. Bueno, he
llegado hasta aquí y habrá que correr.
Mirar hacia el Monasterio
aguardando a que den el pistoletazo de salida es un instante único, verlo ahí
delante reconozco que me da paz, lo que ahora mismo más necesito. Siguen comentando
cosas por megafonía que no escucho, dejé de hacerlo al oír algo sobre si algún
corredor necesitaba retirarse…
Todos los corredores somos muy
diferentes, tanto como nuestras zapatillas, en apariencia podemos parecernos.
¡Comenzamos! Vamos
alejándonos poco a poco del Monasterio.
En nada dejamos el asfalto. Comenzamos
a subir entre raíces, piedras, tierra… Agrupados, procurando dejar algún
lateral libre para los que desean avanzar. Todo transcurre bien y sin más me
veo en el suelo en el Km3, aquí la
distancia de seguridad entre corredores debe ser aún mayor, un pie tapó la
piedra que al dejarla al descubierto me tragué sin verla siquiera. Raspones en
las manos y rodilla izquierda dolorida, es lo que me llevo desde el inicio. Me
veo bien para continuar y ni lo pienso.
La subida por el monte es increíble,
de un lado el paisaje que nos rodea, de otro la larga hilera de corredores de
delante, ¡tan diferentes no solo en los ritmos, también en los estilos en
carrera! Muchos en el Km5 caminamos
más que corremos. Hay que sortear, grandes raíces, rocas, escalones, curvas
cerradas… Me encuentro en un grupo en el que avanzamos al mismo ritmo sin tener
ganas de adelantarnos unos a los otros.
En el Km7 hay toros plácidamente sobre la hierba, que me dan bastante
envidia, otros se han acercado al camino a mirarnos, seguramente extrañados de
ver tanta gente junta de golpe. Los corredores que nos adelantan están
acostumbrados a estos terrenos, en nada ascienden y en varios giros del camino
los pierdo de vista.
Seguir subiendo hasta la
primera parada de la carrera es el objetivo que llevamos. Y llegamos al Km11 el primer avituallamiento, sólo líquido,
en una zona llamada los Llanillos. Por fin puedo rellenar mi botella, hace
varios kilómetros que agoté el agua. Me parece poco solo dos avituallamientos
en una prueba como ésta y más con el calor que hace hoy, pero al estar
denominada de “semi autosuficiencia” no hay queja al respecto.
Llega un tramo en asfalto que
se agradece, tras la parada salimos todos muy rápido.
Nueva zona de subidas, más
variadas en terreno que las que hemos tenido hasta ese punto.
Aquí no hay señalización de carteles
con los kilómetros, únicamente vemos marcado el recorrido a seguir con cinta
plástica de color rojo, el GPS indica que he alcanzado el Km14.
Desde ahora, un nuevo objetivo a coronar, el avituallamiento
del Km16,5, que es líquido y sólido,
con trozos de naranja y galletitas, creo que dulces y saladas. No como nada de
aquí. Desde el kilómetro 12 hasta este puesto he ido comiendo pasas y algún fruto
seco. Bebo isotónico y relleno la botella de agua que llega nuevamente seca y contemplo las vistas.
Unos metros más adelante hay
control de la carrera y dos voluntarias de la organización nos marcan el camino
que debemos tomar. ¡En ese momento es cuando me quedo clavada al suelo! Un
corredor al pasar me pregunta si todo bien; otro detrás, la misma pregunta. No
daba crédito. La bajada es por rocas, camino estrecho, a un lado monte, al otro
vacío. Acabo de descubrir ese pequeño detalle. Un compañero que parece conocer
aquello me dice que son varios kilómetros iguales que lo que veo.
No son lo que los de ciudad llamamos piedras.
Son las rocas que he visto amontonadas a un lado del camino en el Km14, ahí delante, todas juntas y formando el único camino.
Me tenía que haber retirado,
reconocí el error de estar allí, no tengo nivel, ni preparación para bajar ese
tipo de terreno por llamarlo así, pura roca. Me he leído de arriba hasta abajo la
página de la carrera, las fotos de la web muestran caminos, con los que habría
podido enfrentarme sin ninguna duda, ¡fotos de estas rocas como zona de paso no
hay ni una! He preguntado antes de verme en ese desaguisado y solo me han
hablado de la subida, ¡y venga entrenar subidas duras! ¿Y la bajada qué? Aquí
una persona se puede matar, así de claro. Pues tranquilita, y a por ello.
Escuchar pisadas y colocarme a un lado, para no interrumpir ni poner a nadie en
peligro. Ver caerse a una persona y levantarse sangrando es algo para lo que no
estoy preparada y menos para que me diga una voluntaria: ¡aquí, en el Km18, se han caído muchos, este trozo es así! ¡Pues que alegría! Y la bajada final, antes de alcanzar la carretera,
paraliza a alguien que no está entrenada para ello. Gritaban mi nombre a mi
espalda y no podía ni volver la cabeza, tan concentrada en no dar un mal traspiés.
Cuando pude pararme en un lateral, descubro a Miguel Matías, bajando como si estuviese corriendo en plena
Castellana. Nunca me he alegrado tanto de ver a alguien. Y detrás llegó David Menéndez, con ellos dos al lado
aquello había cambiado completamente de color.
A partir de ahí, un tramo
pequeño de tierra y pronto el Km20,
ya en el pueblo, unas tiras rojas colgadas en las farolas, me hacen
dudar, de si tirar hacia la derecha o a la izquierda, gente desde un coche me
grita: ¡hacia adelante, los otros se han ido por allí! Corro por la
acera, porque el tráfico no está cortado. Por fin vuelvo a ver el Monasterio,
he tenido suerte, y no me gusta nada depender de ella, a mí me gusta
enfrentarme a lo que puedo luchar, no soy ninguna loca que un domingo decide
subirse al monte, ha sido un gran error.
Se puede decir que he
regresado bien, magullada, con raspones, morados… pero nada de importancia, si
pienso a quienes han tenido que atender y llevarse en ambulancia.
Cruzo la meta y por primera
vez en cuatro años, tiene un sabor muy amargo, no me alegro en absoluto, llevo conmigo mucho en lo que pensar.
Saludos, abrazos, besos,
María
Caballero
@MCG66Madrid
Poco a poco vas descubriendo el trail Maria. Yo tb he tenido las sensaciones que has tenido tú en esta carrera y muchas veces pienso que la bajada es más peligrosa que la subida. De hecho he visto evacuar a gente en helicóptero por una caída en una bajada. Cualquier carrera en la sierra de Guadarrama va a tener esos bloques graníticos xa subir o bajar. Yo por eso he decidido que carreras largas de montaña me las hago yo solo un día tranquilito y con amigos, así sufro menos.
ResponderEliminarQuerido Nacho:
EliminarMuchas gracias por tu comentario a este post, me ha ayudado tu visión. A mí no me apetece jugarme el tipo, no creo que compense salir de una carrera con algo roto o machacada para varias semanas, quiero divertirme y disfrutar, pero principalmente saber y conocer con lo que me voy a encontrar. Esas bajadas no me gustaron nada, no es el tipo de deporte que deseo practicar. En la próxima pregunto directamente a la organización todas mis dudas.
Me gusta tu idea de carreras tranquilas por la montaña sin competir.
Un beso compañero,
María
Hola María
ResponderEliminarMe alegro que llegaras sana y salva abajo pero seguro que pasaste un mal rato. Estoy de acuerdo totalmente contigo cada uno tiene que buscar lo que le gusta y cuando dejas de disfrutar haciendo deporte hay que plantearse si realmente eso es lo que quieres hacer. Creo que tienes claras las conclusiones de esta carrera, no es mi deporte ;)
Los blog como el tuyo son una buena referencia para saber que te vas a encontrar en una carrera ;) o preguntando a organizadores y conocedores de la zona. No tengo dudas de que repetirás para disfrutar en otras carreras.
Reconozco que a mi ese tipo de carreras me gustan, pero me considero antes montañero que corredor. Uno de mis lugares de juego cuando era pequeño es la pedriza donde los bloques de piedra estan a la orden del día. Pero como te decía antes hay mucha oferta como para que cada uno no encuentre la carrera donde estar a gusto.
Un saludo
Estimado Rubén:
ResponderEliminarTe agradezco mucho que te hayas pasado por aquí y tu buen comentario. Tienes razón, el sábado me di cuenta de que este tipo de carreras no son para mí, al menos por ahora, que no tengo casi experiencia ni técnica en estos terrenos. Me está gustando mucho correr por senderos, montes... pero claro, cosas que pueda afrontar, no me agradó nada encontrarme esas bajadas sin esperarlas.
Para la próxima carrera ten la seguridad de que pregunto directamente a la organización todas las dudas sobre recorrido y perfil que no aparezca en su web.
Seguiré leyendo Aventuras por las montañas, seguro que me ayudará a encontrar carreras con las que pueda lidiar.
Un fuerte abrazo,
María
Ufff, lo he pasado mal leyendo.
ResponderEliminarYo mismo no tengo ninguna experiencia en trail, ninguna quiere decir ninguna, y he sufrido por ti sobre esas rocas graníticas. Aunque hiciste todo el trabajo de informarte a la carrera le faltó advertir de lo técnico de ese tramo de bajada. Quizás los organizadores están acosumbrados a que los traileros "apechuguen con cualquier cosa"....
Has cogido experiencia, igual no tanta en los descensos en ti, sino más bien en a qué tipo de carreras debes apuntarte y a qué no...
Un abrazo Maria
Querido Guillermo:
EliminarFue un mal rato, toda una experiencia, una gran reflexión posterior. Lo que he aprendido muy bien es que no me vuelvo a inscribir sin preguntar a la organización sobre los puntos no detallados o sobre los que tenga dudas.
Me sigue pareciendo increíble haber superado la prueba.
Igual tengo que correr por bosques, montes... sin competir, buscando rutas que pueda superar sin riesgo.
Gracias por tu mensaje.
Deseando coincidir contigo fuera del mundo virtual.
Un besazo
Que bonita tiene que ser esa zona. El Escorial siempre me recuerda una visita que hice de niño con mi padre. Lo acompañé a un viaje de negocios y pasamos un par de días allí y visitamos el Escorial. Son esas experiencias que recuerdas y que nunca se te olvidan. Me encantaría correr por esa zona.
ResponderEliminarQuerido Gonzalo:
EliminarEl Monasterio es increíble, siempre descubro algo nuevo al volver a verlo y dependiendo de la época del año la luz le da un aspecto u otro. Y de la naturaleza por la que discurre esta carrera qué decir, impresiona. Desde el monte, ver el Escorial, el río, el pueblo... es impagable. Las fotos no le hacen justicia. Tengo que volver, por la ruta senderista, a disfrutar.
Si te llama, vente a correr algún año, merece la pena si se tiene preparación.
Un besazo,
María
Con mucho retraso pero no puedo resistirme... Lo de los bloques en el Guadarrama es una constante y hacer pasar a los corredores por ellos, de todas las formas posibles casi una constante entre los organizadores de carreras.
ResponderEliminarEn mi caso me encuentro que hace unos años empecé a tener vértigo, a la vejez viruelas, y esto me está haciendo no participar casi en carreras de montaña por nuestra zona.
Los organizadores deberían poner avisos claros si en el recorrido existen pasos aéreos, rocosos o similiares ya que no todo el mundo conoce a la perfección los recorridos, mas en una carrera como esta en la que alguien no acostumbrado a la montaña pueda pensar que es una buena opción para iniciarse.
BSS