Madrid,
13 de marzo de 2016 – 9:30 horas
Continúo con la idea de
conocer el mayor número de carreras posibles, y últimamente, más aún las medias
maratones, una distancia que cada día me gusta más, con la que disfruto y que
me está permitiendo evolucionar bastante como corredora.
Este domingo toca la Media
Maratón de la Ciudad Universitaria, zona que también es conocida como el Campus
de Moncloa, y es una competición curiosa porque la organización la denomina “la
carrera para todos” ya que en una misma prueba se podrán correr 7, 14 ó 21kms,
dependiendo de los deseos de cada corredor.
El recorrido es un circuito
de 7,353m. al que hay que darle una, dos o tres vueltas, en este último caso completaremos
la media maratón. Durante la carrera, en cada vuelta, se accede a las
instalaciones del Complejo Deportivo por la entrada de los vehículos y sólo hay
que prestar atención a los dos carteles que porta uno de los voluntarios ahí
situado para continuar, uno indica 14 y 21kms y el otro meta.
La salida, situada junto a las instalaciones deportivas del Complejo Deportivo Sur de la Universidad Complutense, en la Glorieta del Cardenal Cisneros, es conjunta para las tres distancias. La meta, igualmente común, la hallaremos en la pista de atletismo.
El precio de las
inscripciones van desde los 15€ en enero, a 25 para los dorsales adquiridos el
día de la prueba.
Al recoger el dorsal nos dan a elegir entre camiseta, manguitos, libros, ... |
Tras la descripción de las
características, pasamos a la carrera en sí.
Una mañana en la que no hay
que preocuparse de la previsión meteorológica, va a lucir el sol con total seguridad
y puede que incluso pasemos calor, pero a primera hora la temperatura es muy
baja, a casi todos nos cuesta desprendernos del abrigo con mucha antelación.
Al llegar veo letreros que
indican que la zona del ropero y los baños están situados dentro del Complejo
Deportivo, en la cancha de baloncesto. Se agradecen las gradas, es mucho más
cómodo colocarnos aquí el dorsal, poder sentarnos a guardar nuestras cosas, a
charlar un poco con otros corredores. Además da el sol y la temperatura es más
alta que fuera del recinto.
Las colas del ropero rodean
toda la cancha, ambas direcciones casi se tocan en sus finales. Son pocos
voluntarios y meten cada mochila en una bolsa de plástico, le ponen una
pegatina, anotan el número del dorsal… los minutos pasan muy rápido, la cola avanza
muy lenta. Hasta que algunos no comienzan a repartir bolsas azules y después
pegatinas y rotuladores y nosotros mismos llegamos a las mesas con todo ya
preparado no fluye la larga fila.
Al subir a la Glorieta del
Cardenal Cisneros para colocarme en la salida, hay muchísima gente ya. Me sitúo
donde puedo. Quedan unos escasos cinco minutos y no puedo acceder a la zona
delantera, tan solo me da tiempo a saludar a Manuel Abeal y a disponerme a correr.
Primera
vuelta.
El comienzo es muy lento, los
corredores estamos muy pegados. Al salir todas las distancias a la vez hay
ritmos muy diversos y mucha gente que corre poco y despacio se ha situado en
las primeras filas, lo que ocasiona un tapón complicado de salvar, a pesar de
ir cuesta abajo por la Avenida de Juan de Herrera. Corremos a tirones, lo que
no me gusta nada, cuando creemos acelerar, vuelta a bajar el ritmo, prefiero
colocarme en un lateral y relajarme, ya llegará el momento de recuperar este
tiempo perdido.
Antes de superar el cartel
del Km1 hay gente andando, cargada
con pesadas mochilas, les debe haber sorprendido este tramo de subida.
Sobre el Km2 puedo decir que comienzo a correr.
Me sitúo detrás de varios chicos que van abriendo camino y logro agarrar mi
ritmo. La Avenida de la Complutense transcurre rápido.
En el Km4 me alcanza Eduardo Labad,
y tras correr casi medio kilómetro juntos me comenta que si este es el ritmo
que voy a llevar se queda conmigo, tiene molestias en una rodilla y no quiere
forzar. Prácticamente haremos la media juntos.
Pronto llega el
avituallamiento del Km 4,9. Los
voluntarios nos pasan las botellas muy rápido, algunos incluso le dan una
vuelta al tapón para que nos sea más fácil destaparlas. En este punto hay
público animando. Una cuesta abajo, y y tras ella un kilómetro de bajada.
Las cuestas en todo el
recorrido están bien repartidas y no son de las duras que funden, al menos para
los que corremos habitualmente.
Tanto el Km6 como el 7 consisten en bordear el Complejo deportivo. Es el tramo que
transcurre más rápido, sabemos que no terminaremos en esta primera vuelta pero
el tramo final lo hacemos a mejor ritmo. Casi al finalizar el Km6 entramos a
las instalaciones, es el desvío para proseguir con la carrera o tomar el camino
de la meta, se escuchan voces de unos compañeros despidiendo a otros.
Segunda
vuelta.
Justo al volver a salir al
asfalto, a nuestra izquierda, vemos a los corredores que llevamos detrás,
saludo a Gonzalo Rincón, Miguel Zafra…
Eduardo y yo seguimos
hablando de nuestros planes futuros.
La carrera se despeja
bastante, un buen número de participantes ya la han terminado, ahora correr es
sencillo, podemos adelantar, aunque casi no es necesario, contamos con espacio
suficiente para mantener nuestro ritmo.
Sobre el Km10 coincidimos con Patricia Pérez y Luis Fernando, ya somos un número considerable para montar una
buena tertulia, por las fechas en las que nos encontramos la pregunta frecuente
es si participaremos en la media de Madrid y en el maratón.
Algo más adelante, al ver a Fco. Javier Domínguez, a quien,
nuevamente, le agradezco las buenas fotos, no podemos evitar hacer un poco el
tonto. Realmente no perseguimos un objetivo agresivo de marca, la idea es
disfrutar y fortalecernos en esta distancia, perder algún minuto no nos importa
en absoluto.
Foto de Fco. Javier Domínguez |
Tras el avituallamiento del Km11,7 Luis nos deja para ir desde
allí, a la Carrera por la Esperanza de la Casa de Campo.
Permanecemos juntos
Patricia, Eduardo y yo. Es la segunda vez que tomamos la cuesta arriba para
acceder a las instalaciones y se notan los kilómetros en las piernas. Son más
los corredores que se desvían para terminar que los que proseguimos.
Tercera
vuelta.
Al salir al asfalto, es
inevitable volver la cabeza a la izquierda por si vemos a conocidos.
Ya nos hemos familiarizado
con el recorrido, sabemos cómo afrontarlo y hay que tratar de mejorar la
velocidad en esta tercera vuelta.
En el Km14 Eduardo coincide con Carlos
Casado y decide engancharse a su ritmo. Patricia y yo les vemos adelantar
posiciones, aunque no perdemos sus espaldas.
A mí me sobra aún energía
para poder ajustar algo mi marca. En el Km16
me despido de Patricia, ambas sabemos que traspasaremos ese arco. Antes del Km17 he alcanzado a Eduardo y a Carlos
nuevamente. A partir de aquí, sin comentarlo siquiera, los tres aceleramos,
vamos dejando corredores detrás constantemente. Llegamos al último
avituallamiento de la prueba en el Km18,6,
y es en el único en el que no agarro una botella de agua, ya solo voy
concentrada en terminar lo antes posible.
Coronamos, por tercera vez, la
entrada al Estadio, sobre el Km20,5,
donde el voluntario nos recibe con un solo cartel y nos marca el desvío directo
para la meta. La pista sobre la que haremos los últimos kilómetros es diferente
a otras, de arena oscura y fina. Corremos lo más rápido posible, escucho los
gritos del público, del speaker, de corredores que nos gritan desde fuera, deseosos
de estar allí abajo también, busco con la vista el crono, hay varios arcos, y
no deseo pararme antes de lo previsto.
Nada más cruzar la meta, nos abrazamos los tres y nos da un poco la risa, porque han sido 21kms que han dado para compartir muy buenos momentos e incluso para hacer los cinco últimos como si fuésemos a ganar algo, como solemos decir, dándolo todo al final.
Foto de Fco. Javier Domínguez |
Nada más cruzar la meta, nos abrazamos los tres y nos da un poco la risa, porque han sido 21kms que han dado para compartir muy buenos momentos e incluso para hacer los cinco últimos como si fuésemos a ganar algo, como solemos decir, dándolo todo al final.
Saludos, abrazos, besos,
María Caballero
@MCG66Madrid
María muy bien la crónica. Pero por qué me cambias el nombre. Soy Eduardo. Pero estupenda crónica. Besos
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