viernes, 17 de abril de 2015

Conociendo la Media Maratón de Coslada 2015


Coslada, 12 de abril de 2015 – 10:00 horas


Hoy voy a participar por primera vez en la Media Maratón de Coslada, es más, nunca he estado por aquí, hasta ahora es una zona desconocida para mí. A la misma hora, y con los primeros 11kms de recorrido común, se disputa también la Doble Legua.

Coslada es un municipio situado en la zona este de la Comunidad de Madrid, ubicado en el Corredor del Henares, muy próximo a San Fernando y al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Amanece la ciudad con el cielo despejado, buena temperatura desde primera hora y una previsión de 20º/22º a lo largo de la mañana. Nuevamente tocará pasar calor corriendo.

Los precios de la inscripción para esta carrera iban de los 6 a los 15€, según los plazos de diciembre a abril, subían 2€ cada mes. Los empadronados en Coslada pagaban 5€ en diciembre, y 12 en abril, tienen una rebajita por ser vecinos.

Antes de comenzar la prueba nos entregan la camiseta, para quienes deseen correr con ella, y un gel de Victory Endurance y de Leotron.


Al terminar, todos los que crucemos la meta recibiremos la bolsa del corredor, bastante completa.


Debo estar antes de las 9:00 horas en el Polideportivo Valleaguado, para recoger el dorsal, es muy buena idea que los entreguen incluso el mismo día de la carrera, nos evitamos pérdidas de tiempo. Vamos a contar con vestuarios y duchas, un lujo, la verdad, en una carrera popular.



La salida está situada en la Avenida José Garate, fuera del Polideportivo, muchos corredores están calentando en las inmediaciones, como Gonzalo Rincón, con quien me cruzo unos segundos, otros participantes ya están colocados como ordenados soldaditos, esperando el pistoletazo para el inicio.

Junto a rotaciones de articulaciones y puesta a punto de las piernas con carrera en el sitio, trato de conseguirme un selfi de este momento. Un corredor muy amable se presta para sacarme una foto decente y en ese momento aparece Marcos Dieguez, un DrinkingRunners con el que no había tenido el gusto de coincidir hasta ahora, y qué mejor oportunidad para posar juntos. Aquí está su post. En nada comienza la cuenta atrás 3…, 2…, 1…



Salimos de forma muy ordenada, sin mayores problemas, ni aglomeraciones, al ser cuesta abajo el despegue es rápido. Hay mucho público aplaudiendo sin cesar, gritando nombres de corredores. Es un inicio emocionante. Animando por un lado, Yolanda Rodrigo, y por otro, Pedro Frutos.

Foto Pedro Frutos

La Media consta de un circuito de 10kms que tendremos que realizar dos veces. La primera vuelta es común con los corredores de la Doble Legua.


Los primeros kilómetros son de subida, hasta aproximadamente el Km2,5. Después en el Km3, cerca del CEI Pablo Neruda, y en el Km4, cerca del Centro Comercial ZoCoslada, nos encontramos dos pronunciadas bajadas de las que son propicias para dejarnos los gemelos si nos lanzamos a toda velocidad.


El Km5 es el del primer avituallamiento. Los voluntarios son muy jóvenes, no paran de sonreírnos a los corredores. Se agradece el agua, el calor comienza a apretar y es recomendable no saltarse ningún punto de hidratación. El asfalto está libre de botellas y tapones, todo está tirado en el lateral o en los contenedores.

A partir del Km6 corremos cuesta abajo, con moderadas y pequeñas subidas.

En el Km7 la gente comienza a tirar muy fuerte, al ser dos carreras juntas, los de la menor distancia llevan el ritmo más vivo en este tramo, los corredores de la Media no debemos dejarnos arrastrar.

Ya vamos por el Km8. Corriendo sobre el puente, miro hacia abajo, veo a los corredores que van en avanzadilla y distingo una gran explanada a pleno sol. La solana va a ser lo más duro de la mañana, apenas encontraremos medio kilómetro en sombra, hay gente que incluso lleva cortavientos.

Llegamos al Polígono Industrial. Nada más pasar el cartel del Km9, calculo medio kilómetro más y comienzo a sacar las gominolas de Victory Endurance, lo que nunca me había ocurrido, sucede hoy, y un rato después descubriré que todo tiene un significado, la pequeña bolsa de plástico está mal cerrada y se me caen varias gominolas sobre el asfalto. Tras comprobar que solo quedan tres, decido comérmelas a la vez antes de recoger una nueva botella de agua.

Creo que es la única carrera en la que no me he cruzado con alguien conocido en todo el camino, algo nada habitual. Sé que también están Susana Izquierdo y José Escudero Ramos, ha sido imposible localizarles antes de la salida.

El Km10 es el del segundo avituallamiento, el asfalto sigue limpio de botellas. Un poco más adelante está situado el desvío, la separación de las dos pruebas, a la izquierda irán los corredores de la Doble Legua, a la derecha, los de la Media. Antes incluso de ver el cartel del desvío, se escucha la música del Polideportivo, ahí dentro nos aguarda el final.

Foto Pedro Frutos


Comienza la segunda vuelta, hago recuento de fuerzas y compruebo que las piernas van geniales, ni un dolor, ni una molestia, simplemente hay días en que el cuerpo responde y hoy es uno de esos buenos días.


El Km11 y el 12, duelen, de nuevo aparecen las subidas más pronunciadas de la mañana. Más adelante nos reencontrarnos con las cuestas abajo que cargan las piernas.

A partir del Km13 y en el Km14 la policía abre el tráfico a ráfagas entre un grupo de corredores y el siguiente, me desconcierta un poco esta situación, lo cierto es que vamos muy dispersos, casi en larga hilera.

Estoy deseando llegar al Km15, el último avituallamiento, refrescarme, beber, ¡voy seca!  ¡No me puedo creer lo que acabo de escuchar! Los voluntarios no dejan de gritarnos que no nos paremos, que no queda agua. ¡No contaba con este contratiempo! No queda más remedio que continuar. Lo lamentable es que por la acera hay botellas enteras tiradas en el suelo, con el tapón puesto, apostaría que sin desajustar siquiera. No puedo confirmar cuántos nos quedamos sin hidratación en el último punto, si puedo decir que termino en el puesto 599 de la general, y que se clasifican 759 corredores, son muchas las botellas que se han descuadrado.

Acabo de comprender que perder parte de las gominolas kilómetros antes es lo mejor que me ha pasado, si me las llego a comer antes de llegar al 15, como llevaba previsto, me habría llegado a angustiar la sed.

En el Km16, me devuelven la sonrisa las personas animando desde las ventanas, principalmente los niños, que están volcados aplaudiéndonos. Reconozco que voy bien, el calor me está ralentizando un poquito, solo eso.

Alrededor del Km18,5, nuevamente sobre el puente, se ven los corredores más avanzados abajo. Lo bueno de un circuito  es saber en la segunda vuelta lo que vamos a encontrar metros más adelante. En cuanto abandonemos el Polígono Industrial, el final se hallará próximo.

En el Km20 dan trozos de naranja, pero ni rastro de agua. Ni se me ocurre coger la fruta, con la sed que llevo no me ayudaría ese dulzor. Guillermo, de FFDR, está arrodillado en el asfalto, cámara en mano, sin parar de disparar.


En cuanto me aproximo al Polideportivo Valleaguado comienza a latirme el corazón mucho más rápido, la animación que hay preparada delante de la puerta no tiene precio, todo el mundo grita, aplaude…, reconozco que empiezo a emocionarme sin remedio. Yolanda Rodrigo me grita: ¡bien, María, que ya has terminado! Y sí, se puede decir que prácticamente así es, queda el pequeño empujón, la parte más bonita, entrar en la pista de atletismo, sentir un nudo en el estómago, percibir el rumor de la grada, embriagarme con la música, dejarme llevar por la voz del speaker y correr, sin pensar en nada más, medir las fuerzas, concentrarme en la última curva y comenzar a adelantar a los pocos corredores que llevaba delante y cruzar la META, ¡otra vez, aquí está, la magia de mi instante que nadie me puede robar ya!



Cuatro fotos Pedro Frutos


Saludos, abrazos, besos,


María Caballero
@MCG66Madrid







lunes, 6 de abril de 2015

Media Maratón de Madrid 2015


Madrid, jueves 26 de marzo de 2015

La Feria del Corredor

La Media Maratón de Madrid siempre comienza días antes de correrlo, justo en el momento en el que abre la Feria del Corredor, en esta ocasión situada en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo. El jueves por la tarde decidí pasarme, no sólo a recoger el dorsal, chip y la bolsa, también a saludar a los amigos que andarían por allí y a los que tienen un expositor año tras año.


Este es el contenido de la bolsa del corredor, más un caldo Aneto. El precio de la inscripción va de los 18 a los 28 euros.




Asics, como patrocinador oficial, tiene un amplio espacio central, en el que poder curiosear y/o comprar cualquier artículo de esta marca.


A primera hora de la tarde no había demasiado público, me dio tiempo a ver todo con detalle, a pasarme a saludar a la gente de Running Company y charlar con ellos un rato.




Más tarde, invadimos a Óscar, de RunnerLand, con Javier Álamo, Verónica Villegas, su tropa, Luis Fernando Sánchez y Laura Puerto.



Foto de Javier Álamo


Con Alberto Barrantes tuvimos oportunidad de soñar con carreras en las islas de España, puede que algún día estemos corriendo en esas tierras.


Soy una de las afortunadas que pudo visitar la Feria, el viernes por la noche, un robo impidió que continuase abierta el sábado. Luis Blanco, director del programa A tu Ritmo, ha escrito sobre este asunto: las claves y los afectados



Madrid, 29 de marzo de 2015  - 9:05 horas

La Media Maratón de Madrid

El cambio de hora no ayuda demasiado a ir en plena forma, ni dormir apenas seis horas. Salgo de casa a las 7 de la mañana, completamente de noche, llego al Retiro a las 8, con la primera luz del día alumbrando tímidamente. La temperatura es muy buena, incluso demasiado, en cuanto pasen las horas nos va a tocar sufrir el calor, habrá que cuidar la hidratación.

El Parque está lleno de gente, se observa un constante deambular de la zona del ropero a la salida, situada esta vez en la calle Alcalá, entre la Puerta de Alcalá y la Plaza de Cibeles. Nada más llegar empiezo a ver a gente conocida. Primero a Carlos Alonso, más tarde a Tomás Soria y Manu González, con quienes me quedo a colocarme el dorsal mientras charlamos.

Foto de Tomás Soria

Camino del ropero coincido con Juan Mudarra, imposible resistirnos a tener nuestro selfi de este momento.

Foto de Juan Mudarra

A continuación llega el equipo de Espartanos Club y poco después Marisa Porral, con ella dejaré el Retiro para reunirnos, delante del Ayuntamiento de Madrid, con todos los DrinkingRunners que también correrán la Media.


Foto de Marisa Porral

La calle Alcalá está colapsada, cuesta avanzar, tratamos de llegar hasta la salida para saludar a María Matilla, que saldrá cinco minutos antes que nosotros, con el grupo de handbike.

Foto de Marisa Porral

No sin esfuerzo, localizamos a los DrinkingRunners, aquí agrupados, con las camisetas del equipo, es donde realmente me doy cuenta de cómo hemos ido creciendo en número, ¡somos una verdadera manada! Entre abrazos, risas, bromas, fotos… pasan los minutos muy rápido. La mayoría de los compañeros se quedan allí, desean comenzar tranquilos, Belén Delgado y yo tratamos de acceder al otro lado de las vallas, es bastante complicado, no hay ni un hueco, muchísimos corredores apiñados, algunos incluso permanecen fuera, esperando a que den la salida y la carretera esté un poco más despejada para entrar.

Foto de Marisa Porral




Debutando este año en la Media, Laura, Marisa y Chema.
Foto de Marisa

Tras nuestro selfi de costumbre, a esperar el pistoletazo.

Foto de Belén Delgado

Guardamos un minuto de silencio, por los fallecidos en el accidente aéreo de Germanwings en los Alpes franceses el pasado martes 24 de marzo, mientras, suena “Imagine” de John Lennon.

Escuchamos que van a tomar la Salida los corredores en handbike. Cinco minutos después nos tocará al resto. Ni me entero si ya ha sonado el pistoletazo, tampoco nos movemos, tardamos aún algún tiempo en empezar a caminar, segundos después ya sí que podemos decir que estamos corriendo.

Los primeros metros vamos despacio; los siguientes, igual, somos demasiados, imposible coger el ritmo, el avance lo marcan los que llevamos delante. Así será todo este Km1. Mientras compruebo todo el tiempo que he invertido en este tramo, me pasa Agustín Lhuaraya, sorteando al resto de corredores, le veo perderse entre el naranja y el resto de colores.

Pendiente de no chocar con ningún otro corredor, buscando huecos por los que lograr avanzar, casi ni veo a David Roncero, cámara en mano, en el Km2. Somos muchísimos los corredores para este espacio, apretados, la única opción es permanecer corriendo detrás de esas espaldas, espero que a partir del kilómetro 5 se despeje un poco el camino.




Detrás mía una voz potente, conocida, la de Javi Pintos, acompañado de Javier Ullé, ambos siguen a Alma Obregón que va de liebre con el globo de 1 hora 50 minutos. Al verla me doy cuenta enseguida de que me puedo ir olvidando de lograr esa marca. Ni me planteo seguirles desde el Km3.

Cada vez que pasa un globo lleva detrás montones de corredores, muy concentrados en no perder de vista ese trozo de plástico azul.

Existen varios puntos importantes a lo largo del recorrido que son como nuestros geles anímicos, subidones de energía para continuar. El primero, en Alonso Martínez, donde siempre se agrupa muchísima gente, por estar cerca el metro, es un trecho muy agradable de correr. Desde el extremo derecho, Héctor Romero, me grita que va a buscar a María Matilla, su idea era hacer la carrera con ella, él ha salido con los DrinkingRunners desde muy atrás, no sé si logrará alcanzarla, debe llevarnos bastante ventaja ya.


Poco después, incluso antes de verlos, se escuchan las sirenas de los bomberos del Parque de Santa Engracia, se agradece la fiesta que nos montan cada año, esta vez han atravesado la escalera del camión sobre la carretera y corremos por debajo, con ellos ahí subidos dándonos ánimos.

El primer bloque termina, tocamos el Km5, donde tenemos el primer avituallamiento, bastante limpio, con las botellas y los tapones en los laterales de la carretera. Los voluntarios entregan muy rápido las botellas de agua, no perdemos ni un par de segundos en agarrarlas. Bebo, me mojo la cara, el cuello, las manos..., el calor comienza a pesarme.

Seguimos subiendo, por Cuatro Caminos, Bravo Murillo, curiosamente no se despeja el asfalto, continuamos juntos una multitud de corredores. El próximo objetivo es alcanzar la Castellana, pasar el Km9, notar algo más cerca la mitad de la carrera, distinguir las Torres al fondo siempre me anima, me renueva las ganas de correr.

Junto a la Fundación Canal, encontramos la segunda gran oleada de público animando, aquí la animación es brutal, merece la pena llegar hasta aquí, me encantaría poder vivir este momento un poco más despacio. Me devuelven a la realidad Julián Hurtado y su hija Ana, llevan muy buen ritmo, me asombra que Ana siga a su padre de forma tan cómoda, esta gente tiene buena fibra para correr.


Foto de Julián Hurtado

En el Km10, aprovechando el segundo avituallamiento, decido dejar las pasas para otro momento y tomo un gel “energy boost” de Victory Endurance, para evitar los calambres en los pies, la temperatura es alta, el sol nos va dando constantemente desde hace kilómetros, ni un trozo de sombra sobre el asfalto.

En el Km11 corro algunos metros con Rafa Castillo, ha desistido de acompañar a María Matilla, con la handbike va muy rápido cuesta abajo como para que Rafa pueda seguirla.

En los tramos de bajada también es complicado adelantar a otros corredores, en cuanto se despeja algo la zona, llega una nueva riada de gente que ocupa el poco espacio que iba quedando libre. Así será hasta el final de la media. En el Km12 me adelantan Mer Gil y Clara Montoya, siempre tan sonrientes las dos, van con muy buen ritmo. Poco después aparecen  los Carlos, Alonso y Mey, del TeamMadrid.

El final de la prueba pesa, vamos a un continuo subir y bajar. A partir del Km16 debemos llenarnos de energía con la animación que encontraremos primero, a lo largo de la pared del Retiro en la Avenida Menéndez Pelayo, y más adelante, en el Km18, con el espectáculo tan increíble que año tras año nos prepara la gente de Running Company, con la música, su particular avituallamiento, por si alguien lo necesita o desea parar unos segundos, y las inigualables #PompónTeam, ese grupo de corredoras que gritan como nadie y nos dan el ánimo suficiente para poder afrontar el duro término de la carrera.

Foto de Running Company

Foto de Running Company

Nada más perder de vista la Estación de Atocha, toca mirar al frente, buscar las últimas fuerzas dentro y, arriba… arriba…, no queda otra opción, es el trozo más cruel, con el cansancio encima del kilometraje anterior, y la temida subida de Alfonso XII, no hay que dejar de pensar en que el remate de la faena se encuentra próximo, un esfuerzo más, un tirón de nuevo, bracear... respirar..., y ver la entrada del Retiro, percibir los gritos de la gente, los aplausos, la música, momentos mágicos en los que el cuerpo corre y la cabeza flota, contagiada de esa alegría de alrededor, de la felicidad personal. No recuerdo ninguna edición con tanta gente entrando a la vez, es difícil correr, no va a ser posible arañar segundos a ese crono que tarda en aparecer arco, tras arco, creo contar hasta tres y por fin, ¡SÍ, POR FIN! llega el definitivo, el de verdad, con el reloj arriba y cruzo por cuarta vez la META de la media de Madrid.

Al reencontrarme nuevamente con los DrinkingRunners y con Johnny, Susana Izquierdo, los Espartanos Club, Mer, Clara, África, Prado, Jorge Depe, Marisa... veo felicidad en sus rostros, y ganas de seguir corriendo y de compartir en cuanto sea posible otra mañana como la de hoy.



 

Foto de Jorge Depe

Saludos, abrazos, besos y hasta muy pronto a todos,


María Caballero
@MCG66Madrid







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