domingo, 27 de julio de 2014

SI VIENES A MADRID Y ERES CORREDOR: LA CASA DE CAMPO


Madrid, 27 de julio de 2014


Cuenta con diversas instalaciones, como el Parque de Atracciones, el Zoológico, el Teleférico, las pistas de tenis, la piscina municipal.


Tiene un Centro de Información de tres plantas instalado al este del Lago, con una exposición sobre la historia del parque, una maqueta y una sala audiovisual. Aquí explican la flora y la fauna del parque. Se organizan visitas guiadas, talleres, jornadas, cursos... todo de forma gratuita. El horario varía en los meses de verano, mejor consultarlo antes de ir. Su web.




El punto más habitual de encuentro en la Casa de Campo es el Lago. Tiene un embarcadero donde es posible alquilar barcas, también hay una escuela de piragüismo. El Lago está rodeado por una docena de quioscos en los que es habitual terminar tras una competición o entrenamiento en grupo, uno de los más visitados por corredores y ciclistas es el Urogallo.





Acceso y transporte:

Andando, corriendo o en bicicleta, se puede acceder a la Casa de Campo por once puertas diferentes: las del Río o del Rey y la de Moreras al este; las del Batán, de la Venta, del Dante, Grande y del Ángel al sur; y las de Aravaca, de Somosaguas, de Rodajos y del Zarzón al oeste.

En autobús se puede llegar desde la zona sur con el 25, 31, 33, 36, 39, 55 y 65; por la zona este con el 41 y el 75; y por el norte, con el 160 y 161.

En Metro se puede llegar por la línea 5 (estación Casa de Campo) y por la línea 10 (estaciones de Lago, Batán y Casa de Campo).

El acceso en coche sólo se permite para llegar a los aparcamientos situados junto al Parque de Atracciones, el Zoológico, la zona del Lago y algunas instalaciones deportivas y se cierra desde la 1 hasta las 6 horas.

En la Casa de Campo se celebran habitualmente pruebas de atletismo y, en el lago, de piragüismo y de triatlón.

Algunas de las carreras populares que se celebran aquí son:

La carrera por la Esperanza, en marzo. Su web.

La vuelta a la Casa de Campo, en mayo. Su web.

La carrera por la Esclerosis Múltiple, en mayo. Su web.

La carrera para la lucha contra el VIH, en junio. Su web.

La carrera de la Solidaridad, en diciembre. Su web.

Es un entorno ideal para practicar ciclismo, senderismo y para correr. Al ser un lugar amplio, al que podemos acceder desde diversos puntos, cada corredor se puede crear su propia ruta de entrenamiento e incluso ir variándola.

Uno de los puntos fuertes de la Casa de Campo es lo bien surtida que está de fuentes.



Dos de las rutas que más nos gustan a los corredores, principalmente cuando ya tenemos algo de experiencia en kilómetros y terrenos durillos, son la Tapia y Garabitas.

La Tapia.

Gran parte del recinto de la Casa de Campo está delimitado por  una tapia, la idea es correr paralelo a ella, con un recorrido en forma circular, siguiendo el trazado no suele tener pérdida, y podemos hacer la versión larga, de unos 16 kms, o la corta, de unos 8 kms.


Saliendo, por ejemplo, desde el Paseo del Embarcadero y dejando a la izquierda el Lago, los primeros kilómetros son llanos y por asfalto, Más adelante correremos sobre terreno de tierra con bastantes piedras. Llegados al Paseo de Piñoneros, ya empezamos a encontrar cuestas, más adelante, zona de subidas y bajadas (toboganes), hay un par de cuestas en las que hay que poner energía para ascenderlas y debemos tener cuidado en bajar otras, por el peligro de caernos. El final suele ser bastante llano y cómodo, más comparado con lo que hemos dejado atrás. Es habitual encontrar varios grupos de corredores los domingos por la mañana haciendo este recorrido. 

Lo ideal es correr la Tapia acompañados, en solitario se suele atragantar un poco.


El Cerro de Garabitas.

Al igual que la ruta anterior también admite variantes. Tomamos la carretera de Garabitas para ascender al Cerro del mismo nombre y el punto más alto de la Casa de Campo.




La subida a Garabitas es una rampa que va aumentando su pendiente según avanzamos. Una vez en el punto donde termina la carretera, si el camino de subida al cerro está practicable por las lluvias, comenzamos el ascenso hasta la torre de vigilancia de incendios. Desde arriba podemos ver toda la zona de bosque de la Casa de Campo.


Bajamos del cerro hacia la Carretera de la Ciudad Universitaria, seguimos hasta el Camino de los Pinos, que nos lleva hacia la cuesta del Teleférico y de ahí hasta el Paseo de los Plátanos, que nos encaminará de vuelta al Lago, donde finalizaremos nuestro entrenamiento u optaremos por ampliarlo por otra zona.

La próxima entrega será, el parque de El Retiro. 

Saludos,


María Caballero
@MCG66Madrid











Puedes leer también en esta sección:


martes, 22 de julio de 2014

¿Influye la camiseta para apuntarnos a una carrera popular?



Madrid, 22 de julio de 2014

Creo que la gran mayoría de los corredores estamos de acuerdo en que el precio de las carreras populares se ha incrementado demasiado en los últimos años, llegando a ser casi pecado pagar esos precios por algunas de ellas, que no dejan de ser un simple 10k. Además, esta subida en las tarifas, por lo general, no ha mejorado la calidad, ni ofrece más de lo que antes ofrecía, simplemente pagamos más por correr más masificados y, en muchos casos, casi por ser tratados como ganado por las organizaciones. A lo anterior añado que la mal llamada ahora bolsa del corredor, ya no contiene (como estábamos acostumbrados), un montón de cositas que, útiles o no, nos entretenían durante un rato mientras las íbamos sacando. Se sigue llamando bolsa, porque lo es, generalmente de plástico, y vamos haciéndole publicidad a quien patrocina la carrera, dentro lo único que encontraremos será el dorsal, con el chip pegado detrás, cuatro imperdibles (ni uno más) y puede que, en algunos casos, incluso la deseada camiseta, no siempre, porque en algunas carreras si no cruzamos la meta no somos merecedores de ella.


Con la camiseta llega otro punto controvertido en las carreras. Es curioso escuchar a corredores decir: “a esa sí voy, me gusta la camiseta que dan…”; o “de esa carrera paso, la camiseta es muy mala”.  Este trozo de tela, fabricada del material que sea, es solo una parte de lo que podemos definir como la carrera popular, además la camiseta provoca tantas quejas, decepciones, mosqueos, polémicas, … que hacer que cuente para apuntarnos o no, sorprende. Sin olvidar que en el último año ha empeorado su calidad de forma más que evidente.

A mí las primeras diez camisetas me hicieron ilusión. Corría con ellas, incluso siendo más grandes que mi persona, porque no había ninguna que me quedase bien, y modelos de chicas hace tres años, ni pensarlo. Me gustaba lucirla el día de la prueba, la camiseta, el dorsal, los nervios…, formaban parte del ritual de la carrera. Y la foto de rigor, con ella puesta, para que se supiese en qué carrera había estado. Así de ingenua empecé. Más tarde, me empezó a molestar mucho el recibir siempre un camisetón, o escuchar la frase de: “ya no quedan tallas pequeñas, solo XL”, no me gustaban nada, eran muy gruesas, pesadas…, muchas de ellas feas, repetitivas… Hasta que llegó el momento en que me fueron indiferentes y comencé a acumularlas, ¡lo que ocupan en los armarios!, a veces creo que tengo las mías y las de alguien más, porque de tan poca atención como les presto muchas me sorprenden cuando las voy sacando, para donarlas o darlas, y casi ni las reconozco ¿anda y ésta? 


Las únicas que conservaré, con seguridad, son las de la Media Maratón de Madrid, como no cambian el diseño y solo varían el color me gusta ver cómo de amplio es su abanico de colores, desde hace dos años han incluido la camiseta de mujer, detalle que se les agradece. Por supuesto, guardo las de los maratones, por lo que cuesta terminarlos y porque son piezas de mi colección particular de las que no quiero desprenderme.



Aunque haya dejado de importarme cómo sea la camiseta, no dejaré de quejarme, porque si pago por ella, y en la inscripción anuncian que entra en el precio, quiero que al menos sea una camiseta para correr y no para bajar a lavar el coche el domingo por la mañana, o para hacer la limpieza casera de los sábados; si somos corredores merecemos camisetas de corredores. Justo en el momento en que uno entra en un equipo, luce el logo de una causa solidaria, o se compra una camiseta cómoda, ligera, técnica de verdad o simplemente descubre que una en concreto (y ninguna otra) le da suerte, ese día la camiseta de cualquier popular pierde importancia de golpe, y es cuando nos descubrimos diciendo en la feria del corredor,  tras el ya conocido: “no queda de tu talla”, un lacónico: “dame la que quieras, total ni la voy a usar”, pero en cuanto coincidamos con otro corredor seguiremos quejándonos de lo fea, pesada, mala, … que es la camiseta, esto será así mientras nos siga costando dinero.


¿Sería una solución poder decidir pagar por la camiseta o no? ¿Qué precio sería el adecuado?

Esta opinión ya la he escuchado en muchos corredores, lo ideal sería tarifa de carrera sin camiseta (más asequible), y tarifa de carrera con camiseta conmemorativa como la llaman (precio superior, se entiende). De esta forma, cada uno podríamos decidir libremente si deseamos pagar por ella y exigir que cumpla unas reglas, o pasar de ella. Las reglas serían: talla adecuada, diseño currado, material técnico, etc. Si no se consigue lo anterior, al menos que comiencen a preguntar en todas las inscripciones por la talla deseada por cada corredor, no tiene ningún sentido tener, por ejemplo, trescientos corredores talla XS y hacer solamente 50 camisetas y que se fastidie cada uno con lo que le toque.


¿Seguiremos mosqueándonos por las camisetas? Seguramente, sí, en cuanto nos volvamos a inscribir a otra carrera popular y pasemos a recogerla un día de estos.

Saludos, abrazos, besos,

María Caballero
@MCG66Madrid







miércoles, 2 de julio de 2014

I Carrera hay salida, contra la violencia de género


Madrid, 29 de junio de 2014 – 9:00 horas


Seguramente ninguno de los hombres que están sometiendo a sus parejas (actuales o pasadas) a violencia física, psicológica, económica y/o sexual leerán este post. Tampoco les interesará mucho saber que se ha celebrado en Madrid, este domingo 29 de junio, en el Parque de El Retiro, la I Carrera Hay salida, contra la violencia de género. Igualmente, muchos ni siquiera se reconocerán en el papel de maltratadores, acosadores… ni reconocerán que están decidiendo sobre la vida de una mujer que no ha elegido ese tipo de vida y que ninguna mujer merece vivir algo así. Si a alguna mujer esta carrera le ha servido para tomar conciencia de lo que está viviendo en su día a día, si reconoce que tiene un problema, si le ha dado fuerza para comentar, solicitar ayuda, denunciar… ya habrán valido y mucho, estos 6,2k por las calles de Madrid y la publicidad en los medios sobre esta carrera. El deporte ayuda a subir la autoestima, mejora el cuerpo y la mente, es una buena terapia para salir del maltrato, por lo que es positivo agarrarse a los entrenamientos, a las carreras de los fines de semana, al quedar con ese grupo para correr por el parque… cualquier razón es válida para salir adelante.


La carrera está organizada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, la revista Mía y el Ayuntamiento de Madrid para concienciar sobre la violencia de género y hacer un poco más visible aún el drama actual que viven muchas mujeres en España.

Según las cifras del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en 2013 hubo 54 víctimas de la violencia de género y en lo que llevamos de 2014 ya van 29 víctimas, más los casos que aún están por determinar con investigaciones abiertas. Estas cifras asombran, indignan y demuestran que la sociedad está fallando en algo.

Esta carrera también ha servido para demostrar que hay muchas más mujeres que corren de lo que parece o se ve en otros tipos de carreras, si la causa lo merece está claro que participamos en masa, olvidando si nuestra marca es mejor o peor, o si nos va el competir o no. Me ha gustado ver este domingo a tantas mujeres iluminando El Retiro.

Nuevamente tengo que comentar, que no por corta, la carrera tiene que ser sencilla. El recorrido es bonito, asequibles los primeros tres kilómetros y duros los tres últimos.


La Salida, como es habitual en las carreras dentro de este Parque, es en el Paseo de Fernán Núñez. Hoy no hay nervios, el crono está en segundo plano, como se puede leer en muchos carteles “hoy ganamos todos”, unos apoyando, otros concienciándose de un grave problema.


Se nota un poco la diferencia entre los corredores habituales y los que no lo son, al contrario que en otras carreras, mucha gente se va colocando detrás, quedando la parte delantera prácticamente vacía. Estoy bien situada, descubro que demasiado, un movimiento de cabeza y reconozco que es la de Chema Martínez, apenas tres filas delante. Si hubiese sido un poco más alta habría visto también a las hermanas Sanfabio, Amaya y Tamara.


Tras escuchar las razones por las que se celebra la carrera, pistoletazo de salida y a darle vida a las piernas.


La salida del Retiro sencilla, sin aglomeraciones, muy ordenada. Están marcados los medios kilómetros y los kilómetros. Antes de salir del parque ya veo el cartel del Km6 que me recibirá un rato después.

El Km1 ya es muy conocido, recorremos la Avenida de Menéndez Pelayo, se agradece empezar en bajada, aunque sería genial que esta calle fuese el final. Hay poca gente animando en la calle.

El Km2 con la Avenida de la Reina Cristina, relativamente cómodo, es como el avance de que la carrera un poco más adelante se endurece. Este recorrido es común a varias carreras y los corredores nos conocemos esta parte de Madrid, bonita y dura para las piernas.

En el Km3 comienza la ligera subida del Paseo de la Infanta Isabel. Una pena que al ser tan pronto no tengamos la animación de la gente de Running Company como otros días. Dejamos atrás Atocha y seguimos subiendo. A partir de aquí hay que dosificar las fuerzas para que no nos venza la subida final.


En el Km4 seguimos ascendiendo por el Paseo del Prado, al dejar atrás la Cibeles hay que dosificar las energías para conseguir terminar a buen ritmo el último tramo.

El Km5 es el plato fuerte de la carrera, la subida por Alcalá siempre cuesta, por mucho que la hayamos enfrentado otros días. Después la temida Alfonso XII hace que el ritmo caiga, siempre duelen las piernas en este tramo, ¡qué calle tan odiosa para el final de cualquier prueba!

Entrar al Retiro, ver el cartel del Km6 y meter toda la velocidad posible para tratar de arañar algunos segundos en esos últimos 200 metros.

Cruzar la Meta y comenzar a encontrarme con caras conocidas como Pilar Campaya, Carlos @CoroebusDeElis, mi vecino Ismael, y cómo no, con algunos Drinkingrunners, como era de esperar, Carlos Mascías y Carmen Terrón. Terminar la mañana haciendo postureo nada menos que con el gran Chema Martínez, es un buen broche para esta prueba.


Y esta carrera cierra mi temporada de competiciones. Fuera dorsales, presión de cronos, marcas personales… ahora a volver a correr por placer unos meses, despejar la mente, dejar libertad al cuerpo de pedir kms o series, o simple trote y a retomar en septiembre con la misma ilusión y el propósito de seguir participando en carreras solidarias.

No voy a dejar este espacio cerrado durante todo el verano, seguro que participo en algo que merezca ser contado.

Saludos, abrazos, besos,


María Caballero
@MCG66Madrid





Dame tu voto ¡Gracias!

Dame tu voto en HispaBloggers!

Contador Visitas